Amor, armadura y espíritu II

«Dominio absoluto»

Lu Genkai se había quedado unos pasos atrás de la maestra y de Koenma. Genkai sintió algo sobrenatural en el ambiente y enseguida volteó a ver a Lu, esta se quedó viendo atónita las piedras encendidas en sus manos tratando de entender qué había pasado. Consternada la maestra le preguntó.

Genkai: Lu, ¿qué sucedió?

Ella levantó la mirada y con cautela le respondió.

Lu: me he traído algo conmigo de mi viaje, me lo he traído o simplemente mi poder lo atrajo hacia mí.

Genkai: permíteme las piedras, Lu.

La chica de inmediato se las pasó y al estar en contacto con Genkai se apagaron. Las metió en la bolsa y las guardó dentro del morral grande que siempre llevaba con todas las cosas.

Lu: ¿Sabes qué podría ser, Genkai?

Genkai: no tengo la remota idea Lu, lo que sí te puedo decir es que este chakra te hace ver más allá de las cosas, quizá es algo que deberás descubrir más adelante, quizá con la apertura del último.

Lu: eso espero.

Los tres siguieron su camino. Había una camioneta esperándolos afuera, para sorpresa de las chicas quien estaba al volante era Ogri; Lu Genkai se emocionó al verlo.

Lu: ¡Ogri! ¿Cómo estás?

El ogro sonrojándose contestó.

Ogri: ¡Buenos días, señorita Lu! Un placer verla.

Con la alegría de ver al ogro favorito de Koenma arrancó la camioneta para llevarlos a la residencia.

💫💫💫

Al llegar a la casa, encontraron un escenario un tanto incómodo, estaba Libeika con Saga y Kanon a ambos lados suyos, Libeika estaba sonrojada y apenada, igual que Saga; su hermano, según la percepción de los tres que acaban de llagar, no sabían si estaba consternado o enojado. Ninguno de los tres quería preguntar. Lu fue quien rompió el hielo.

Lu: ¿Pasa algo?

Libeika no quería hablar, parecía que tuviera la boca cocida, no deseaba ni moverse, estaba pegada en el asiento. Lu de nuevo preguntó.

Lu: ¿Está todo bien?

Kanon se levantó y se fue de la sala sin decir nada, aunque su lenguaje corporal decía mucho, estaba muy inquieto e incómodo. Lu se acercó a su amiga y la tomó de la mano.

Lu: tú, ven conmigo.

Libeika aprovechó y se movió, Lu sintió cómo crujieron las coyunturas de su amiga al moverse, se la llevó a su habitación. Al entrar la chica se permitió respirar. Se sentó en la cama.

Libeika: es un alivio que hayan llegado.

Hablaba sin ver a Lu directamente a la cara y se frotaba las manos a cada rato. Lu la escudriñó de pies a cabeza hasta que le preguntó.

Lu: Libeika, ¿Qué sucedió antes de que llegáramos?

Libeika la miró con expresión de vergüenza, no quería entrar en detalles pero su amiga la obligaría a hablar. Sin adornos le dijo.

Libeika: besé a Saga sin querer, juro que no fue adrede, lo juro.

Lu Genkai tenía la boca abierta de la impresión, mientras que Libeika estaba sonrojada al extremo. Lu se sentó a su lado.