"La cena"

8 1 0
                                    

Kakashi PDV

No cabe duda que desde que conocí a Lu Genkai mi vida ha cambiado por completo, Conociéndome, ¿Cómo dejé que las cosas llegaran hasta el punto de sentir que casi enloquecía por culpa de esta misteriosa chica? Quizá haya sido ese misterio alrededor suyo lo que me atrajo como un imán hacia ella.

He pensado que mis emociones están tan descontroladas a causa de esta experiencia que es tan nueva para mí, que a pesar de la habilidad que poseo de ver más allá y de forma anticipada, quizá no vaya a saber reaccionar ante la posibilidad de que ocurra algún otro evento que cambie el rumbo de esta historia, o en su defecto, que siga el curso que nunca debió desviarse. Es estar en medio de la cuerda floja, así que lo único que queda es avanzar para ver si termino de caer o de vivir lo que toque al final del camino.

Lo cierto es que ahora tengo esa necesidad de beber de esa energía que produce esa mujer que me hace querer más, como un vampiro insaciable anhelante de la sangre. Solo recuerdo cuando no me caía nada bien, sin embargo, debo admitir que todas esas veces que buscaba hacerla enojar era solo un pretexto para volver a ver esos ojos marrones y esos labios que inducen al pecado, esa profundidad avasallante que tenía al mirar, pero que a su vez huía para no dejar que penetrara en la realidad caótica en lo que su vida se había convertido. Lo cierto del caso es que esta vez no me perdí por los senderos de la vida como acostumbraba a decir, sino por unos senderos peligrosos que pudieran llevarme dulcemente a perder el juicio por completo, si es que ya no lo había perdido y no me había dado cuenta aún; pero no sé si es peor saberlo o no.

En fin, de esto podría hablar por horas porque explicar sería complejo, pero también es lógico querer explicar lo que significa lo de esta noche, una cena en honor a mi relación de noviazgo con ella, ¿Lo he dicho bien? ¿Noviazgo? Nunca había usado ese término, a decir verdad ninguno que se le parezca: ni amantes, ni desliz, ni nada semejante, simplemente en el pasado alguien con quién pasar el rato, ahora en mi nueva vida puedo decir o con placer mencionar esa palabra, ya que ella extrañamente se había convertido en algo intrínseco, lo que no sabía era hasta cuando iba a estar en mi camino.

Ahora bien, continuando con el relato, sí, iba a una cena en nuestro honor, iba a ser presentado formalmente ante sus guardianes que eran más que eso, eran su familia no con sanguínea, unos chicos que se veían amigables pero a la vez intimidantes, que tenían habilidades que ningún guerrero que yo hubiera visto haya tenido, habilidades que quería conocer, ya que causaban curiosidad, se notaba que eran seres con los cuales sería un suicidio pelear.

Bueno, antes de salir de la habitación abrí uno de los cajones de una mesa de noche y tomé mi característica máscara, di la vuelta para salir pero algo hizo que me detuviera. Miré la máscara como si fuera un objeto extraño, como si fuese algo ajeno a mí, algo que no me pertenecía, la miré con detenimiento y luego de unos segundos me devolví y la guardé. ¿Qué otras cosas estaría dispuesto a cambiar por ella? Peor porque no me lo ha pedido. Sentí que llegar así sería una falta de respeto hacia ellos, debía llegar sin ella para que me conocieran y mirarlos fijamente a la cara para que analizaran con detalle cada palabra pronunciada por mí, para que se dieran cuenta que de verdad ella me importaba y que no tenía nada que esconder.

Ahora bien, ¿Desde cuándo a mí me empezó a importar lo que dijera la gente sobre mí? Sin embargo sentía que era lo correcto, allí claramente estaba debatiéndome entre dos cosas que formaban parte de mi personalidad y que por primera vez no podría llevar a las dos conmigo, ¿Qué tal? Nunca me lo hubiera imaginado.

Salí enseguida a su casa, no quería ser irresponsable y llegar tarde pero eso era algo nato en mí, sin embargo, no iba tan tardío, sí me había pasado del tiempo estipulado por ella, así que llegué tocando la puerta a las 8:15. Se escuchaba bullicio adentro, me daban a entender que eran muy elocuentes y conversadores, pronto iba a ver si conmigo se comportaban igual y no a la defensiva como si yo fuera una amenaza, de todas formas iba preparado para todo.

Amor, Armadura y Espíritu IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora