"Lujuria perversa"

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Lu tuvo que abrir bien los ojos para asegurarse de que en verdad estaba en posesión de Yoko Kurama, estaban solo a pocos centímetros, su aliento se cruzaba cada uno inhalando el del otro. Lu, nerviosa, le preguntó.

Lu: ¿Qué haces aquí?

Él no quitaba su mirada de sus ojos haciéndola estremecer y, con absoluta calma le respondió.

Yoko: ¿Crees que no sé qué hiciste hoy?

A Lu Genkai se le congeló la sangre, había dejado de circular. Ella, después de tragar saliva, le contestó.

Lu: ¿A qué te refieres?

Él la miró con lujuria perversa, ella se intimidó mucho más.

Yoko: lo que hiciste frente al espejo.

Lu: yo no hice nada.

Trató de safarce, pero él no la dejó, la volteó colocándola de espaldas y, acercando su boca a su oído causando escalofríos placenteros, le dijo.

Yoko: no lo puedes negar Lu, te excitó el haberme visto desnudo y el haberme tenido cerca. Te conozco…

Le apretó el muslo derecho con fuerza.

Yoko: me deseas y te frustra no tenerme.

La puso de nuevo de frente acorrálandola al borde, le jaló el cabello exponiendo su cuello, acto seguido, pasó su lengua desde la garganta hasta la barbilla; Lu se estremeció. Él continuó hablando con su sexy tono de voz.

Yoko: siento la tensión en ti, estás sintiendo esa presión en tu sexo y quieres tocarte para liberarte porque te molesta, te causa un placentero dolor y eso te desespera… ¿Qué quieres acaso: que te toque?

Yoko no se veía alterado físicamente, su control mental ayudaba a controlar su cuerpo. En cambio, Lu no podía ocultar las ganas, tenía el suyo erizado y esa presión de la que él hablaba estaba a punto de enloquecerla. El zorro clavó su mirada mortal en ella para decirle.

Yoko: …te va a ir a casa y en tu cama te vas a masturbar, pero óyeme bien, vas a sentir frustración porque no podrás sentir como realmente quieres, no como yo podría hacerte sentir.

Pellizcó sus pezones enviando una descarga de placer a sus genitales; no pudo evitar gemir.

Lu: ¡Aaaj!

Él sonrió con malicia y ya estando satisfecho por su tortura, salió del agua como si nada; antes de marcharse le dijo con sarcasmo.

Yoko: quiero saber cuanto te dura la soledad. Te estaré vigilando.

Y así mismo se alejó del lugar. Lu sintió de inmediato la frustración, había quedado excitada pero con un amargo vacío. La chica se vistió rápidamente y salió del lugar, no deseaba quedarse allí ni un minuto más.

☠️☠️☠️

Al llegar a la residencia, Yusuke y Hiei, quienes eran los únicos que estaban cerca, la vieron llegar mojada y furiosa, ninguno quiso decirle nada. Lu en la intimidad de su habitación comenzó a hacer desastres lanzando sillas, zapatos y objetos al suelo, todo lo que tenía a la mano, lo último que hizo fue gritar con todas sus fuerzas sin restricciones.

Lu: ¡Aaaaaaah!

Se subió a la cama, enseguida empezó a darle puñetazos al colchón y luego apretar entre sus puños los edredones.

Lu: ¿Por qué? ¿Por qué?... Claro, con ese concepto que tienes de mí, piensas que voy a satisfacer mis deseos con otro hombre. Me lastiman tus palabras Yoko Kurama, ¿Y sabes qué es lo peor? ¡Que estoy como una perra en celo con ganas de que me revientes por dentro, solo tú zorro imbécil! ¡¿Me estás escuchando?!

Amor, Armadura y Espíritu IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora