Apertura: parte I

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Lu había dejado de sentir completamente los ruidos del exterior, estaba sumida en una densa oscuridad y en un silencio ensordecedor. Pronto, al pasar unos segundos, comenzó a sentir como si estuviera en un cálido lugar, acogedor, seguro y confiable, parecía como si ya hubiese estado anteriormente allí. Se sentía tranquila, con una paz indescriptible, de seguro no quería salir, tenía miedo de enfrentar lo que estaba en el exterior; estaba dispuesta a quedarse.

Lu: "quiero quedarme aquí"

Todo seguía oscuro, pero esa oscuridad no le afectaba, como se había dicho, la seguridad que reinaba en ese lugar, tan conocido como desconocido a la vez, la hacía sentir protegida.

De repente, una gran fuerza de atracción comenzó a hacer estragos donde estaba, movimientos oscilantes que sacudían cada parte de su ser, sintió como si algo se estuviera expandiendo y no sabía por qué, empezó a sentir temor, como si la estuviera arrebatando de allí obviamente en contra de su voluntad.

Lu: "¿Qué sucede?"

Enseguida, una pequeña luz afloró en el interior, era diminuta y opaca pero poderosa, haciendo aumentar su temor, acto seguido, comenzó a escuchar unos lamentos y alaridos, al principio no sabía de qué o de quién se trataba, pero al instante lo supo, eran los gritos de una mujer.

Lu: "¿Quién es ella? ¿Quién grita? ¿Qué le están haciendo?"

La luz se hacía más grande gradualmente haciendo que los gritos de la mujer aumentaran; Lu comenzó a desesperarse.

Lu: "¿Qué es esto? ¡Déjenla!"

Pronto se comenzaron a escuchar otras voces, Lu sabía que la mujer no estaba sola, tenía gente a su alrededor, por lo que podía sentir eran personas desconocidas. Enseguida escuchó la voz de uno de ellos.

X: “¡Vamos, Alicia, tú puedes! ¡Puja! ¡Ya casi viene!”

Al escuchar el nombre de dicha mujer, Lu recordó que ese era el nombre de su madre.

Lu: "¿Mi mamá? ¿Qué le hacen a mi mamá? ¡Déjenla!”

Otra de las personas dijo.

Xx: “¡Doctor, la saturación de la paciente está bajando igual que su presión arterial!”

Los gritos de Alicia pronto comenzaron a apagarse y la luz dentro se hacía cada vez más opaca; se sentía cómo los médicos iban de un lugar a otro buscando cómo resolver la situación; Lu sintió que su aire se acababa.

Lu: "siento que me ahogo, ya no puedo respirar... nunca debí nacer, creo que debería morir".

Poco a poco sintió desfallecer, perdiendo lo que había recuperado de su conciencia.

Lu: "ya no vivo más".

Repitió esa frase hasta que todo volvió a ser silencioso.

💓💓💓

En el exterior, mientras la brisa se agitaba, Genkai cerró los ojos, respirando profundo varias veces. Pensó:

Genkai: "es tu momento, Lu. Recobra tu fuerza y vive".

En el interior de Lu Genkai, su cuerpo sintió una sacudida sacándola de su letargo, una energía poderosa comenzó a renacer, y esa luz que antes había visto opaca, ahora brillaba aun más expandiéndose.

Lu: "no, no debo morir, debo vivir".

Invocó toda la energía de su interior haciendo la luz expandirse por completo haciendo a Lu Genkai salir del vientre de su madre. Su mismo llanto perforó sus oídos.

Amor, armadura y espíritu IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora