•SPECIAL• [D.m]

Capítulo 9

"La clase de Quidditch"

Narrador

Ese día Venus se había levantado un
poco tarde. Después de bañarse y cambiarse se dirigió a la sala común donde la mayoría de los estudiantes de primer año estaban mirando el tablón de
anuncios.

Venus vió a Draco que estaba sentado
en los sillones leyendo.

-¿Por que tanta conmoción? -preguntó
la rubia sentandose al lado del
platinado.

-Clases de vuelo -dijo cerrando el libro—Con Gryffindor.

"Genial voy a ver a Harry"

-¿Tú sabes volar?— preguntó Venus

-Si, soy genial. Tal vez el año que viene pueda entrar en el equipo de Quidditch.

-Cambiando de tema -dijo Draco—¿Vamos a desayunar?—

•∆•∆•∆•∆•∆•

El día era claro y ventoso. La hierba
se agitaba bajo sus pies mientras marchaban por el terreno inclinado en dirección a un prado que estaba al otro lado del bosque prohibido, cuyos árboles se agitaban tenebrosamente en la distancia.

La mayoria de sus compañeros de
Slytherin ya estaban alli, habia veinte
escobas, cuidadosamente alineadas en
el suelo.

Unos minutos mas tarde los Gryffindor
llegaron y los hermanos Potter se
saludaron con una sonrisa.
Entonces llegó la profesora, la señora
Hooch. Era baja, de pelo canoso y
ojos amarillos como los de un halcón.

-Bueno ¿qué están esperando? -bramó-
Cada uno al lado de una escoba. Vamos, rápido.

Venus se posicionó al lado de una
escoba. Era vieja y algunas de las
ramitas de paja sobresalían formando
ángulos extraños.

-Extendiendan la mano derecha sobre
la escoba -les indicó la señora
Hooch- y digan «arriba».

-¡ARRIBA! -gritaron todos.

La escoba de Venus saltó de inmediato
en sus manos, pero fue uno de los
pocos que lo consiguió. La rubia miró a sus compañeros y notó que Harry tambien lo había conseguido.

Luego, la señora Hooch les enseñó
cómo montarse en la escoba, sin
deslizarse hasta la punta, y recorrió
la fila, corrigiéndoles la forma de
sujetarla.

-Ahora, cuando haga sonar mi
silbato, dan una fuerte patada -dijo la
señora Hooch- Mantengan las escobas
firmes, eleven un metro o dos y luego
bajen inclinándoos suavemente.
Preparados... tres... dos...

Pero el chico del paso, nervioso y
temeroso de quedarse en tierra, dio la
patada antes de que sonara el silbato.

-¡Vuelve, muchacho! -gritó, pero el
chico subía en línea recta, como el
corcho de una botella... Cuatro
metros... seis metros...y.. BUM... Un ruido horrible y el chico quedó tirado en la hierba. Su escoba seguía subiendo, cada vez más alto, hasta que comenzó a torcer hacia el bosque prohibido y desapareció de la vista.

Venus compartió unas risas silenciosas
con Pansy.

La señora Hooch se inclinó sobre el
chico.

-La muñeca. Vamos, muchacho...
Está bien... A levantarse.

Se volvió hacia el resto de la clase.

-No deben moverse mientras llevo a
este chico a la enfermería. Dejen las
escobas donde están o estarán fuera de
Hogwarts más rápido de lo que
tarden en decir quidditch. Vamos, hijo.