•SPECIAL• [D.m]

Capítulo 8

"Si eres feliz, brillan.
Si estás triste, se apagan.
Si estás enojado, se enturbian.
Si estás enamorado, se iluminan.
Porque los ojos son el espejo de tu alma."

"Baile de navidad"

Narrador.

El día de navidad Venus estaba tan emocionada por el baile que había olvidado completamente que en realidad era navidad hasta que Blaise le ofreció dos regalos.

-¿Por que dos? -preguntó confundida- Yo solamente compre uno para ti...

-Uno es mio y el otro es de Draco -informó-Aun esta enojado pero dijo que de todas formas ya lo habia comprado asi que te lo iba a dar.

-Draco realmente es una diva -dijo la rubia sonriendo.

-Ya se le va a pasar, no te preocupes por él... Narcissa Malfoy me escribió y a lo ultimo me pidió que te dijera que te soltaras el cabello porque con el vestido te va a quedar mejor.

-¡Si! Estaba pensando en hacerme algo con trenzas.

-¿Asi que Narcissa te dio un vestido? -preguntó Blaise sonriendo- Dejame adivinar, es de color verde.

-Sorprendentemente es negro.

El chico Zabini asintió.

-Si, ese color también te queda muy bien.

Venus abrio sus regalos junto a Blaise, Theo y Pansy y luego se fue rumbo a la torre de Gryffindor para darle un regalo a su hermano y darle uno a Adrian. Pero de camino a la torre descubrió que Harry estaba en los terrenos junto con los Weasley, pero cuando Adrian la vio se acercó a ella.

-Vamos más lejos -pidió el chico.

La rubia asintió mientras le daba una mirada a su hermano.

-¡Feliz navidad, Pucey!

-¡Venus! Lo siento, realmente no puedo...

-¿De que hablas, Adrian? ¿Te paso algo? -preguntó la rubia con confusión.

-¡Acepté ir con Greengrass al baile! -dijo rápidamente mirando sus pies- De verdad lo siento, pero lo pensé y quizás realmente lo nuestro fue solo un momento, Venus yo...

La rubia estaba completamente sorprendida y de toda la felicidad navideña que anteriormente tenia ya no quedaba nada. Venus penso que si no se iba pronto se largaria a llorar de furia frente a Pucey.

-Eres un idiota -su mano chocó contra la mejilla de Adrian dejándola roja.

Nadie la deja plantada.

Venus esquivó a el chico y se acerco a Ginny que estaba sentada en el suelo viendo a sus hermanos jugar con la nieve.

-Hola Venus -la saludo la pelirroja con una amable sonrisa.