•SPECIAL• [D.m]

Capítulo 12

"Voldemort"

"Narrador"

Venus pudo saborear literalmente el gusto a tierra cuando ella solamente queria saborear la victoria. ¿Ironico no?

Cuando cayó y solto la copa su cuerpo termino boca abajo por lo que tragó un poco de tierra.

-¿Dónde estamos? -preguntó Harry.

Venus se levanto del suelo mientras veia como Cedric ayudaba a su hermano a ponerse de pie.

Habían abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habían viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se veían las montañas que rodeaban el castillo. Se hallaban en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se podía ver tras un tejo grande que tenían a la derecha. A la izquierda se alzaba una colina. En la ladera de aquella colina se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.

Cedric miró la Copa y luego a los hermanos Potter.

-¿Alguien les dijo que la Copa fuera un traslador? -preguntó.

-No y no quiero seguir, estoy agotada asi que si es otra prueba van a tener que arrastarme -se quejó Venus.

-¿No deberíamos sacar la varita? -preguntó Cedric.

-Sí -asintió Harry.

Venus se desespero cuando no encontro su varita donde se suponía que debía estar, manoseo sus bolsillos descaradamente mientras fijaba la vista en donde había caido. Suspiro cuando la vio tirada en el suelo.

-Alguien viene -dijo Harry.

Venus se apresuró en tomar su varita y posicionarse entre medio de ambos chicos.

Escudriñando en la oscuridad, vislumbraron una figura que se acercaba caminando derecho hacia ellos por entre las tumbas. No podían distinguirle la cara; pero, por la forma en que andaba y la postura de los brazos: llevaba algo en ellos. Quienquiera que fuera, era de pequeña estatura, y llevaba sobre la cabeza una capa con capucha que le ocultaba el rostro. La distancia entre ellos se acortaba a cada paso, permitiéndoles ver que lo que llevaba el encapuchado parecía un bebé...

La persona se detuvo junto a una enorme lápida vertical de mármol, a dos metros de ellos. Durante un segundo, Venus, Harry, Cedric y el hombrecillo no hicieron otra cosa que mirarse.

Y entonces, sin previo aviso, bajo la confusa mirada de Venus la cicatriz de Harry le dolió, se llevó una mano a la frente con la intención de que el dolor disminuyera. Se le doblaron las rodillas. Cayó al suelo.

Desde lo lejos, escucharon una voz fría y aguda que decía:

-Mata al otro.

La rubia no tuvo tiempo de reaccionar y estaba débil por alguna razón. Entonces se escuchó un silbido y una segunda voz, que gritó al aire de la noche estas palabras:

-¡Avada Kedavra!

Venus posó su vista en donde pensaba que Harry estaba para asegurarse de que el seguía con vida, pero lo unico que vio fue el cuerpo inerte de Cedric que caía cerca de ella.

La rubia cerro los ojos ahogando un sollozo cuando un dolor en el pecho alcanzó tal intensidad que sintió ganas de vomitar, y luego empezó a disminuir dejándola más débil.

Deseó estar en cualquier otro lugar cuando el hombrecillo gracias a un hechizo levanto a Harry y a ella en el aire y los llevo hasta la lápida de mármol. A la luz de la varita, ambos hermanos pudieron ver el nombre inscrito en la lápida antes de ser arrojado contra ella: