007

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- Mar, así o así. - dije mostrándole la remera que tenía puesta.

- Para adentro queda mejor. - dijo y justo apareció Thiago

- ¿Mar, dónde estás?

- ¿Qué querés, Thiago? - dijo Mar dijo irritada

- ¿Podemos hablar? Hola Lía.

- Hola Thiago. Yo mejor me voy.

Cuando estaba por irme Mar me agarró del brazo - No, no te vayas Lía. Thiago es el que se va.

- No, Mar tenemos que hablar. Por favor

- ¡Ya te dije que intente estar con vos por tus cosas, por tu plata, no por vos! Ahora vola, andate. - al ver qué no se iba dijo - Cómo te lo tengo que decir, ¡andate!

- Bueno... - dijo y me dio una sonrisa triste y se fue.

- ¿Mar porque le dijiste eso? ¿¡Estás loca!?

- Qué querías que hiciera Lia, ¡Barto me obligó! ¡Me hizo cavar mí propia tumba Lía! - dijo y empezó a golpear el mini saco de boxeo que tenía en la pieza. Iba a responder cuando Lleca me interrumpe

- ¡El fantasma de nuevo, se va a morir de nuevo!

- ¿Qué le pasa al chico?

- ¿Qué fantasma Lleca? ¿De qué habla Rama? - dije preocupada de que lleca tenga algo.

- Nada, ideas suyas.

- ¡Qué idea, qué dicen! Mira acá dice "lleca necesito que me dejes salir o me muero" ¡Lo ven!

- No pasa que la vieja Inchausti está detrás de él- comentó gracioso Rama.

- ¡Hay que abrir esa tumba! - dijo Lleca realmente asustado. - ¡Hay que hacerlo ahora, hay que abrir esa lápida! - comentó mientras Mar y Rama se reían.

- ¿Qué lápida? -preguntó Justina entrando a la habitación de mujeres - ¿Quieren molestar a los muertos?

- Ellos me están molestando a mí - respondió rápido el más chico

- ¿Quien?

- Nadie Justina. El cree en fantasmas

- ¿Qué fantasma? No es un fantasma, es una mujer, y-yo la escuché.

- Silencio, silencio entierro. Mira rata rubia te sacas esas pavadas de la cabeza o correctivo, ¿Estamos?.

- Pero él no hizo nada. - cuando me iba a responder escuchamos un quejido, entró tacho lastimado del hombro. ¿Y ahora que paso?

- Auch - dijo Tacho mientras entraba con Jaz, monito y Aleli.

- ¿Qué pasa acá? - preguntó Justina

- ¿Que paso Tacho?

- ¿Estás bien?

- Dice que se la puso una moto.

- No se dice así monito, se dice chocó.

- Ay me siento mal - exclamó Tacho cayéndose

- no, no, no, ¡Justina llama a un médico, un médico!

- Un médico, un médico forense, voy a llamar. Llévalo al cuarto y volve. ¡Ya! Y volve. - dijo agarrándolo a Tacho por el mentón. - Cada uno a su cucha, ¡Vamos! Voy a informar de esto al señor Bartolomé.

𝗡𝗘𝗪 𝗛𝗜𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬, 𝖼𝖺𝗌𝗂 𝖺𝗇𝗀𝖾𝗅𝖾𝗌 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora