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Hoy era el día del padre, y lo que menos quería hacer era salir afuera para ver a las familias felices. Así que ahora estaba con tacho intentando arreglar una bici, ¿De dónde había salido la bici? Ni idea, pero la estábamos arreglando.
– ¿Esto cómo va? – le pregunté por la correa. Él me señaló como iba y seguí pintandola.
Escuchamos como se cerró la puerta del baño y me gire. Era Jaz y se acercaba a tacho. – Ehh, ¿Podemos hablar?
– Yo me voy. – dije parándome, pero tacho me frenó.
– Vos te quedas. Y Jazmín, ya te dije, vos te lo perdiste, en serio.
– Tacho no llegue, no es que no quise.
– No, no te hagas historia, está bien. – y entró al baño.
– Va a ser difícil que se le pase. – dijo Mar saliendo de las habitaciones.
– Mar, no pongas más leña en el fuego. – la mire.– Todos sabemos que Jaz quiere a Tacho, si no llego es porque le pasó algo, ¿Lo sabes o no?
– Yo ya le pedí perdón. – Dijo Jaz con culpa. – Yo se que metí la pata… – iba a seguir hablando cuando Mar la interrumpió.
– Y seguís metiendo la pata, Jazmín, vos pisas a fondo con Nacho y vas a terminar estrolada contra una pared, yo sé lo que te digo. Ahora vas a ver que nacho va a venir te va a chamullar y vas a caer otra vez.
– No.
– Si, Jazmín. – dijimos Mar y yo al mismo tiempo.
– Si va a venir y me va a pedir perdón. Van a ver– dijo más que segura.
– ¿Nacho te va a pedir perdón?
– Obvio, porque sabe que estuvo mal. Igual ya me harte, ni aunque se arrodillé lo perdonó.
– ¿Qué hacen, girls? – dijo Nacho entrando al patio interno. – ¿Los vieron a Dylan y a Thiago? Me dijeron que iban a estar acá, pero no los veo.
– Hablando de roma. – dije en un susurró, que solo Mar escucho. – No, no vimos a tus amigos.
– Eh, bueno, los busco. Nos vemos bellezas. – le acarició el cachete a Jaz y se fue.
– Che, que preocupado que lo vi, muy arrepentido pobrecito. – habló Mar con sarcasmo.
– Mar. – dije retandola con la mirada.
– ¡Nacho!
Se escuchó la puerta del baño y las tres nos giramos, era Tacho. – Permiso.
– ¿Que más me puede pasar a mí? – cuando terminó de hablar fue atrás de Tacho.
Fuimos con Mar a la habitación pero cuando vi la pieza de los chicos algo me llamó la atención.
– Luz. – dije y entré a la habitación llamando su atención.