¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amelia
Con Jaz y Mar estábamos cruzando la callecita para ir al bar. Nos habíamos encontrado en la mansión hace un rato y nos habíamos quedado hablando.
Mar nos contó que había hablado con Julia y que ahora ellas se iban a ir a hacer un estudio de sangre para ver si Julia era o no la mamá de Mar, cosa que me ponía muy contenta. Jaz y yo sabíamos más que nadie que Mar deseaba que Julia sea su mamá.
También Jaz nos contó que los chicos iban a ir a vender el demo que habían hecho con las chicas, que era el grupito de Barbara.
–¿Estás mejor? –le preguntó Mar a Jaz, ella también nos dijo que había tenido un ataque de celos y ambas la tranquilizamos para que no se altere.
–Si… es que no vale la pena perder la banda.
–Obvio no, piensen que esto es algo que nos une y es algo nuestro. –les dije a lo que ellas asintieron con la cabeza.
Cuando llegamos al bar vimos a Nacho y a Dylan con los delantales que nosotras usábamos. Ambos estaban atendiendo las mesas y eso me sacó una risa.
Nos acercamos a una mesa en la que estaban los dos y las chicas y yo nos reímos.
–¿Qué hacen acá? –pregunto Jaz con los brazos cruzados.
–Y por favor, así vestidos. –señaló Mar la ropa que llevaban puesta.
–Dejalos Mar, están divinos. –dije divertida y vi que Dylan me miraba con una sonrisa por lo que le guiñe un ojo divertida. –Pero… ¿Qué es lo que hacen acá?
–Si, eso, ¿Y los chicos? –tanto las chicas como yo vimos cómo intercambiaban miradas.
–Eh, nada, los chicos tenían que ir a hacer unas compras y me pidieron que los banquemos, pero ahora que están acá, se pueden poner a trabajar. –dijo Nacho llevando un café hacia otra mesa.
–No, para, para, para, ¿A dónde se fueron? –pregunto Jaz mientras seguía a Nacho. Dylan fue tras él, mientras que Mar y yo nos poníamos a un lado de Jaz.
–Eh, Thiago tenía que hacer un trámite.
–¿Ustedes son o se hacen? –pregunte a la respuesta que había hecho Dylan. –Primero dicen que se fueron a comprar algo y después que fueron a hacer un trámite, ¿Por qué no se ponen de acuerdo?
–¿A dónde se fueron?
–¡Esperen! No ven que están paranoicas. –nos dijo Nacho a nosotras y yo puse una mueca, mí novio estaba a un paso mío con un delantal que tenía mariposas y me sonreía cada vez que decía algo, no tenía razón para estar paranoica.
Me aleje de ellos para ir con mí novio que me miraba con una sonrisita. Estaba apoyado en la puerta del bar y tenía que decir que le quedaba muy bien el delantal con mariposas. –¿Cómo estás, bebe? –me pregunto dándome un beso. –¿Cómo está Luz?