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Inmediatamente Dylan vio a Amelia y salió disparado hacia donde ella estaba

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Inmediatamente Dylan vio a Amelia y salió disparado hacia donde ella estaba. Nico miró preocupado a ambas rubias y preguntó de forma brusca.

–¿Qué hicieron? –Nico miró a Cielo en la silla de ruedas y después a Amelia que estaba acostada en la cama. Dylan estaba con ella. –¿¡Que les hicieron!? –empezó a forcejear con Bartolomé y este se quejaba.

–Respondan. ¿Que les hicieron? –esta vez preguntó Dylan dejando mudos a Bartolomé y Justina.

–Nick, Dylan… –empezó Bartolomé. –¡Se desmayaron!

–Por dios, si, dale. ¿Al mismo tiempo se van a desmayar? –insistió Dylan con sarcasmo.

Justina empezó a darle aire a Cielo, con falsedad, obviamente. Bartolome miró de reojo a Dylan, quien miraba preocupado a Amelia mientras le daba aire al igual que Justina a Cielo. –¿No estará embarazada, che?

–¿¡Amelia está embarazada!? –preguntaron Nico y Dylan al mismo tiempo. Nico miró a Dylan y este negó asustado por la mirada que le daba el mayor.

–¡No! Me refiero a Cielo. –Tanto Dylan como Nico asintieron ante la obviedad, mientras que el adulto respiraba tranquilo, hasta que se dio cuenta.

–¿Qué?

–Ojala sea tuyo, che. –miro a Nico que se ponía nervioso.

–No, no, eh, el de malvina es mío. Ella estaba en la cocina y…

–¡Me vas a hacer tío, pelandrun! –Dylan rodó los ojos. Poco a poco iba abriendo los ojos. Desde que había visto cómo Bartolomé trataba a los chicos no se fiaba de él. Sentía bronca, bronca por como trataba a los chicos, bronca como trataba a Amelia. Ella le había dado señales pero él no las tuvo en cuenta. Muchas cosas ahora tenían sentido. Por ejemplo Thiago, ya no lo veía con su papá, ahora dormía con los chicos o cosas así.

Dylan ignoró todo a su alrededor metido en sus pensamientos, mientras que los adultos empezaban a discutir. Miró a Amelia que estaba con una expresión relajada y le acarició tiernamente el pelo.

Entró un médico a la habitación y vio a los adultos peleando, a Cielo y Amelia inconsistentes, y también vio al chico que estaba con la rubia más chica.

–¿Qué pasó? –pregunto acercándose a Cielo para revisarla primero.

–Se desmayaron doctor, ambas.

Miró su reloj y negó. –No, en estás condiciones no le vamos a poder hacer…

–¡El análisis! –interrumpió Bartolomé. –No se va a poder hacer, qué lástima.

–¿¡Qué análisis!?

–Por favor, haga algo para ayudarla. –exclamó Justina con falsa preocupación.

Dylan se casó de todo el griterío y hablo. –¡Basta! Por favor doctor, las dos están inconscientes, no solo Cielo. –dijo ya cansado de que no atiendan a Amelia.

𝗡𝗘𝗪 𝗛𝗜𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬, 𝖼𝖺𝗌𝗂 𝖺𝗇𝗀𝖾𝗅𝖾𝗌 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora