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𝗔𝗠𝗘𝗟𝗜𝗔 𝗥𝗢𝗗𝗥𝗜𝗚𝗨𝗘𝗭 -su apellido adoptivo- a sus 5 años de edad la abandonaron en una avenida poco transitada. Vivió poco tiempo en la calle, cuando era más chica. Pero el poco tiempo que pasó lo vivió en la misma calle. No fue hasta que sus rayitos de luz aparecieron frente a ella. Leonardo y Gimena. Esos eran sus nombres. Fueron su mamá y papá.
Con el tiempo ellos le dieron lo que según ella nunca tuvo, una casa y una familia. No fue hasta que un día lluvioso le avisaron que sus papás adoptivos habían fallecido en un accidente de auto. Cinco días después del cumpleaños número 9 de Amelia. La noticia le cayó muy mal a la menor. Esas personas que le prometieron que jamás se iban a ir de su lado. Su mamá y papá adoptivos. Le mintieron, pero ella los perdonó porque ellos no iban a sufrir más. Iban a ser felices dónde fueran, aún si ella tuviera que llorar un poquito.
Ya no tenía la inocencia que tenía a los seis años. Pensaba que todos éramos felices. Pero no era así. La gente no era feliz, pero ¿Por qué la gente no podía ser feliz, o ser amable? no lo sabía. La gente solía ser mala con ella, la trataban mal o la subestimaban. La gente no podía vivir y dejar vivir.
Vio partes de la calle que a ningún chico le gustaría ver. Vio como era el mundo real. Vio cómo era crecer muy rápido. Vio a mujeres y hombres malos, muy malos. Pero también conoció gente buena, como Doña María, una señora dueña de un almacén, que siempre ayudó y cuido de Amelia, además que le dio de comer por un tiempito. También a Oscar un mecánico que le contaba las mejores historias de todos los autos que arregló, o de todo lo que se le puede hacer a un auto. También conoció a Lolo, el hijo menor de Óscar, fue un buen amigo siempre.
Ella siempre pensó que en otra vida fue una mala persona y por eso sufría tanto, ¿Ella merecía vivir en la calle?, ¿Había lastimado a alguien y no sabía?, ¿Tenía que sufrir tanto ella?,¿Por qué la gente la ignoraba, o no le prestaba atención?, ¿Era muy poca cosa?, ¿Es mejor un nene o una nena que tienen papás?. Esas preguntas siempre pasaban por su cabeza. Era siempre el constante pensamiento de por que ella. No era egoísta, pero pensaba que la gente si era egoísta con ella. ¿Por qué tenía que robar o dejar de comer por días porque no le alcanzaba la comida?. Doña María le decía que era un Ángel demasiado bueno para este mundo. Obvio que ella no sabía que robaba, solo que cantaba en la plaza.
El haber crecido en la calle no la ayudó mucho. Sabía leer y escribir muy bien, eso gracias a sus papás adoptivos. En matemáticas le iba bien, o eso quería creer. Le gustaba muchísimo las flores y la naturaleza. Pero odiaba la historia. En inglés no le iba bien. Igual según tic-tac ella era muy inteligente, pero eso era a base de cada uno. Le gustaba aprender, pero no tuvo la oportunidad de ir al secundario. Pero por ejemplo fué a la primaria hasta 3°.
Nunca tuvo muchos mejores amigos, solo amigos de la calle. Pero sus pocos mejores amigos era Hueso, un chico pálido con unos ojos hermosos que era dulce y divertido, que la acompañaba en las noches oscuras. También estaba Coco una chica pelinegra que era muy ruda pero Amelia sabía que era muy sensible en el fondo, además Coco era la única que la escuchaba hablar de las flores. Cómo también Chiquito que era un nene muy tímido pero súper simpático, pero lo quería como un hermanito. A ellos no los volvió a ver después de que la llevarán a un reformatorio.
En el reformatorio no la paso bien. La veían como una nena mimada, una nena de papá y eso no era así. ¿Se veía muy mimada?. Solo era lo exterior. Todos piensan que cómo nos vemos influye en nuestra forma de ser. Y puede ser que sea así. Pero ella la veían como una mimada y en realidad era súper humilde.
Los comentarios de los demás chicos dolían. Ella no era así. Nadie nunca se dio la oportunidad de conocerla, ¿Por qué la juzgaban? ella jamás había juzgado a nadie, siempre hacía lo mejor que podía para ayudar a los demás.
Dos años después se terminó escapando. Corriendo porque la habían descubierto se terminó chocando con una señora con un vestido negro y un turbante. Aprovechando que estaba distraída le sacó su billetera -que era robada- y salió corriendo. La señora al darse cuenta la sacó a correr.
¿Cómo era posible que a Justina Merarda García alias la parca andante, le robaran? Imposible.
Pero fue así. Corrieron una cuadra, y cuando Amelia pensó que ya no la seguía sintió como le agarraban del brazo y le empezaban a tironear. Con miedo a volver al reformatorio trató de salir del agarre pero era imposible. Tenía miedo. Corrección mucho miedo.
Llegaron a una casa. Esa casa se le hacía familiar pero ¿Cómo podía hacerle familiar una casa en la que jamás había estado? Era súper imposible.
Lo que no sabía Amelia es que robarle a la señora del turbante le iba a cambiar la vida completamente.
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holaaa, cómo están?
y sip, volví a actualizar el comienzo y el prólogo. pero ahora me gusta muchísimo más.
suelo ser muy cambiante, y me aburren las cosas muy rápido,, pero creo que ya no voy a hacer ningún cambio :))
