Un Juego de Amor

Capítulo 61: Una pareja de verdad

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-La siguiente semana habrá examen de los últimos temas. Les recomiendo que estudien-

-Carajo- exclamé en voz baja. ¿Cómo se supone que haré ese examen si falté las últimas tres semanas debido al accidente?

-¿Dijo algo, señorita?- preguntó la licenciada que estaba dando la clase.

-No, licenciada-

-Bien jóvenes, pueden retirarse. La clase terminó-

Todos a mi alrededor comenzaron a salir y un minuto después ya no había nadie, excepto la catedrática. Yo me encontraba guardando mis cosas, pero me era muy difícil hacerlo con una sola mano, ya que tenía puesto un inmovilizador por mi brazo fracturado. La licenciada notándolo se acercó y me ayudó a guardar el resto.

-Escuché sobre su accidente, y déjeme decirle que me alegra mucho verla de nuevo- tomó mi mano con amabilidad -perder a un estudiante no es agradable, pero usted tiene otra oportunidad de vivir, considérese afortunada-

-Muchas gracias- apreté su mano hallando un poco de consuelo -fue una experiencia horrible, pero personas como usted me animan a continuar con mi vida-

La mujer frente a mí sonrió con empatía -le haré el examen en dos semanas, en lo que se pone al día-

Sonriendo con extrema alegría la abracé y segundos después me separé apenada -discúlpeme. Se lo agradezco mucho-

-No es nada, pero por favor, ande con cuidado-

-Gracias licenciada-

Saliendo del edificio al estacionamiento, me senté en una banca mientras esperaba a Jacky y Samuel para irnos a su casa. Estaba sentada leyendo un libro de la clase de la que acababa de salir, cuando alguien se sentó junto a mí.

-Antes que te vayas, déjame decirte algo- Jonathan tomó firme mi mano, aunque no tan fuerte -lamento lo que pasó. Creo que a todos se nos salió de las manos-

-Si eso es todo, tengo que irme- hice el intento de irme, pero él me detuvo.

-Sé que estás molesta y tienes toda la razón de estarlo, pero Jake es mi mejor amigo y no podía traicionarlo... y tú entiendes de eso porque de lo contrario me habrías dicho si el bebé que espera Linda es mío o no-

Abrí la boca para objetar, pero realmente no tenía nada que decir, él tenía un punto a su favor.

-Te odio- no pude retener una sonrisa y Jonathan sonrió junto a mí.

-Recuerdo la primera vez que te vi, me pareciste muy hermosa, pero más que belleza desprendías un aura de inocencia. Te veías tan inofensiva, una pequeña chica vulnerable a los peligros de la vida universitaria, pero en el fondo escondías un gran coraje, Elizabeth, capaz de destruirnos a todos-

-¿Yo?-

-Sí, solo míranos, todos sufriendo por ti... Jake, Linda, Ryan, Christopher, Erick, yo, ninguno estará tranquilo hasta que lo perdones-

Suspiré profundamente -no sé si pueda hacerlo-

-Inténtalo, no porque lo merezcamos, sino porque tu corazón no merece tener tal rencor-

-Lo intentaré-

Él sonrió contagiándome.

-Bien, ¿podrías intentar perdonarme?- juntó las palmas de sus manos frente a su cara.