Capítulo 34: Negación

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NARRA JAKE

¿Han escuchado hablar acerca de la negación emocional? ¿Un mecanismo de defensa psicológico que consiste en la no aceptación de los conflictos, en negar la existencia de ciertos problemas? Pues justamente me encontraba en un momento de negación emocional.

Me negaba rotundamente a creer que mi relación con Elizabeth se había acabado para siempre, así que me encontraba parado como idiota frente a un cristal observando detenidamente el producto detrás de él, pensando qué regalarle a Elizabeth en Año Nuevo.

-¿En qué demonios estoy pensando?- me pregunté a mí mismo sacudiéndome el pelo con desesperación. Aún sin moverme continué debatiendo entre irme o entrar a la joyería.

-¿Puedo ayudarle caballero?- la voz amable de una chica me tomó por sorpresa.

-Eh... sí-

-Pase adelante, será un gusto atenderle- dijo ella amablemente aunque pude notar un poco de coqueteo en su sonrisa.

-Gracias- caminé tras ella y al entrar a la tienda observé los collares, brazaletes y anillos.

-¿Busca algo en especial?- preguntó aún sin borrar su sonrisa.

La observé con cuidado y definitivamente me estaba coqueteando. Era una chica muy linda debo decir, tiempo atrás la hubiera seducido hasta llevarla a la cama, pero ya no era el mismo Jake de antes, además mi corazón le seguía perteneciendo a una sola chica.

-Busco un brazalete-

-Le ofrezco estos- caminó hacia una esquina de la joyería mientras yo la seguía.

Observé cada uno de los brazaletes y sus dijes, pensando en cuál le quedaría mejor a Elizabeth e involuntariamente se formó una sonrisa en mi rostro. Sin duda tenía un caso serio de negación emocional.

-¿Es para su novia?-

-Sí- contesté, pues no iba a explicarle mi situación sentimental. Al instante noté la desilusión en sus ojos y yo solo continué viendo las joyas para no sentirme culpable.

De pronto mi vista se posó en un brazalete que me recordó totalmente a Lizi. Era una cadena de plata con un dije en forma del planeta tierra, me pareció el indicado pues ella era todo mi mundo.

Luego de pagar el brazalete y que la chica lo guardara dentro de una pequeña caja de terciopelo, me dirigí a un restaurante para comer algo.

Al terminar, bajé al sótano del centro comercial para montarme en mi auto e irme, estaba listo para hacerlo, pero tuve la mala idea de ver el brazalete que acababa de comprar. Tomé la caja y la abrí, observé cuidadosamente el objeto que estaba dentro. Aquel dije representaba a la perfección lo que Elizabeth significa para mí.

Poco a poco fueron apareciendo en mi mente recuerdos de ella, recuerdos de nosotros, fue entonces que sentí un enorme vacío. Llevaba casi un mes sin verla y vaya que la extrañaba, era la primera vez en casi cuatro años que no la veía por tanto tiempo.

Estuve dentro de mi auto por unos quince minutos y cada minuto me sentía peor que el anterior. En un arrebato de emociones decidí hacer lo que me prometí que no volvería a hacer. Encendí el auto y lo puse en marcha rumbo a Boujis, solo esperaba no arrepentirme luego.

Llegué al lugar y lo primero que pedí fue una botella de Vodka. Para ser sincero, me sentía ligeramente atemorizado, pues hace años me embriagaba con frecuencia y no lograba controlarme. Dudé por un momento en hacer lo que tenía pensado, pero el rostro de Elizabeth apareció de nuevo en mi mente, así que sin pensarlo más me llevé la botella a la boca y le di un gran trago.

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