Nos encontrábamos en el avión, aún no habíamos despegado, ni siquiera habían prendido los motores y yo ya sentía que me moría.
Odiaba viajar en avión, pero sobre todo odiaba el despegue. Había desarrolla ese miedo desde muy pequeña y la causa era algo ridícula para ser honesta, tan ridícula que no se la había contado a nadie, ni siquiera a Jake, por suerte él tampoco lo había preguntado.
-Tranquila Lizi, aquí estoy contigo- dijo Jake al verme alterada.
-Eso me tranquiliza mucho- hablé tratando de ocultar mi nerviosismo.
-¡Atención a todos los pasajeros, les habla su capitán. Por favor tomen asiento, abróchense los cinturones y no se levanten que estamos por despegar!- se oyó una voz masculina.
Al escuchar eso me puse más nerviosa de lo que ya estaba, tanto que le pellizqué la pierna a Jake sin querer. Él solamente soltó una pequeña risa, tomó mi mentón haciendo que lo viera a sus hermosos ojos verdes, luego se fue acercando poco a poco hasta que nuestros labios se juntaron en un tierno beso.
Segundos después nos separamos y cuando vi por la ventana pude ver que ya habíamos despegado.
-¡Wow, no me di cuenta cuando despegamos!- mi novio me observó con una sonrisa satisfecha. Ahí entendí todo -buena forma de distraerme-
-Y lo mejor es que funcionó. Creo que lo haré más seguido-
Yo sonreí dándole a entender que estaba de acuerdo.
El vuelo hacia Guatemala duraría varias horas, así que ambos nos acomodamos, tratando de disfrutar el tiempo juntos.
Pedimos algo de comer, vimos una película en los televisores incorporados a los asientos traseros, charlamos e hicimos todo lo que las circunstancias nos permitían.
A mitad del vuelo me dieron ganas de ir al baño, así que me levanté del asiento y fui. Al salir y cerrar la puerta, debido al pequeño espacio del pasillo mi espalda topó con la espalda de alguien más, ambos nos giramos y resulta que era un chico como de mi edad quien también iba saliendo del baño.
-Lo siento, no te vi- una sonrisa apenada acompañó sus palabras, aunque pude distinguir algo más, ¿coqueteo quizás?
-No te preocupes, yo tampoco te vi- respondí amablemente.
-¿Te conozco de algún lado?-
-No lo creo-
-Quizás sí, supongo que eres de Inglaterra-
-Algo así- respondí sintiéndome ya incómoda con su insistencia -debo irme. Que tengas buen viaje-
Intenté irme, pero me detuvo tomando mi muñeca -espera linda ¿Por qué no me dices tu nombre?-
-¿Por qué mejor no te rompo un brazo?- exclamó Jake de pronto, tomando el brazo del chico, el mismo brazo con el que estaba sosteniendo mi muñeca.
Jake se lo apretó tanto que una mueca de dolor apareció en el rostro del chico y al siguiente segundo me soltó, pero Jake seguía sin soltarlo.
-Amigo, cálmate- habló el chico evidentemente intimidado y llamando la atención de algunas personas.
-¿Que me calme? Estabas incomodando a mi novia y eso se paga caro- la voz de Jake sonó furiosa. Estaba segura que si no hacía algo rápido lo molería a golpes.
-Jake, mi amor, tranquilo- hablé con tono suave tratando de calmarlo, él me vio por unos cortos segundos y lo soltó. El chico, sin pensarlo dos veces, regresó rápidamente a su lugar.
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Un Juego de Amor
RomanceEnamorarse de dos hombres a la vez no estaba en los planes de Elizabeth, pero una serie de eventos crearon las condiciones perfectas para que lo hiciera. Todo parecía ser perfecto en su vida, sobre todo con su novio, hasta que un par de mentiras y s...