NARRA LIZI
Viernes, el día más querido por cualquier estudiante, es el día en que acaba una larga semana de clases y puedes relajarte, es por eso que todos lo aman y yo no soy la excepción. Especialmente en esta semana que fue la más horrible de mi vida, cada día deseaba más que llegara viernes y hoy por fin había llegado.
-¡Chicas, vamos, que llegaremos tarde!- gritó Jacky desde la puerta.
-¿Quieren apurarse par de lentas?- añadió el maleducado, quien también nos esperaba con desesperación desde la puerta.
-Ya vamos- gritó Linda, mientras yo me abstuve de decirle algo ofensivo.
-Las esperamos abajo- dijo mi amiga para luego salir del apartamento junto a Ryan.
Un par de minutos después terminé de arreglarme y justo cuando me dirigí a la sala Linda salió de su habitación, ya lista también. Cerramos la puerta y luego nos dirigimos al ascensor.
-Quisiera no tener que ir hoy- susurré casi para mí, pero la rubia lo oyó.
-¿Por qué?- preguntó viéndome un poco preocupada.
-No quiero ver de nuevo el rostro triste de Jake- dije de forma culpable -pensé que en cuanto me viera con Ryan me hablaría, pero no fue así-
-Tranquila, solo necesita un pequeño empujón- una sonrisa indescifrable apareció en su rostro -déjamelo a mí-
Justo en ese momento se abrieron las puertas del ascensor dejando ver el sótano lleno de autos.
-¿Qué es lo que harás?- pregunté con sospecha, pues a Linda se le ocurrían ideas muy locas a veces.
-Tú confía en mí- guiñó un ojo, al mismo tiempo que llegamos al auto de Jacky.
-Yo confío en que si no nos vamos ahora no llegaremos a tiempo- habló Ryan desesperado.
Luego de oír eso, Linda y yo nos montamos rápidamente en el asiento trasero del auto, pues Jacky iba manejando y Ryan iba de copiloto.
-¿Puedo poner música?- preguntó el maleducado apuntando hacia la radio.
-Claro- contestó Jacky.
Él conectó su teléfono a la radio y luego de buscar en su lista de música comenzó a sonar una canción electrónica. No me disgustaba ese tipo de música, pero el simple hecho que el maleducado la hubiera puesto me molestaba. Soporté un par de canciones, hasta que comenzó a sonar una que tenía el volumen más alto de lo normal, esperé unos segundos pensando que Ryan le bajaría al sonido, pero no fue así.
-¿Quieres bajarle a tu bulla?-
-No, no quiero- contestó burlonamente sin voltear a verme, así que en vista que no lo haría, decidí hacerlo yo misma -oye ¿qué te pasa?- exclamó molesto.
-¿Acaso no escuchas que tu horrible música está muy alta?-
-Sí, pero si a ti te molesta entonces por mí está bien- contestó con una sonrisa cínica para luego subir nuevamente el volumen.
Estaba a punto de armar un escándalo, pero gracias al cielo, Linda se adelantó -Ryan, es en serio, bájale por favor- habló de forma demandante.
Observándola con cuidado siguió su orden, mientras yo sonreía satisfecha.
Minutos después ya estábamos en la universidad, sorprendentemente llegamos a tiempo y con unos minutos de sobra. Al bajarnos, Linda tomó por el brazo a su amigo y dijo:
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Un Juego de Amor
RomanceEnamorarse de dos hombres a la vez no estaba en los planes de Elizabeth, pero una serie de eventos crearon las condiciones perfectas para que lo hiciera. Todo parecía ser perfecto en su vida, sobre todo con su novio, hasta que un par de mentiras y s...