NARRA LIZI
-Te amo-
Escuché una voz en la lejanía.
-Eres lo mejor que me ha pasado-
Comencé a buscar de dónde provenía. Me acerqué y logré reconocer que era la voz de Jake.
-Eres la única chica a la que he amado-
Llegué a un lugar oscuro donde apenas pude visualizar a dos personas. Me acerqué un poco más y lo vi, era Jake. Estaba con una chica que no logré reconocer, a la que le acariciaba la mejilla y los labios.
-Te amo más de lo crees-
-¿Y qué hay de Elizabeth?- preguntó ella, él únicamente negó con la cabeza y la besó. Inmediatamente sentí como mi corazón se caía en pedazos.
-Elizabeth no me importa, solo me importas tú-
Una a una comenzaron a descender las lágrimas por mis mejillas. Quería gritar y sin poder retener el enorme nudo que se había formado en mi garganta lo hice.
-¡No Jake, por favor... NO JAKE...!-
***
Me desperté exaltada y con el rostro bañado en lágrimas -calma Elizabeth, solo fue un maldito sueño- dije tranquilizándome a mí misma.
Ese fue el peor sueño de toda mi vida, se sintió muy real. Solo de recordarlo me daban ganas de llorar.
Estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera me había dado cuenta que Jake no estaba. Me levanté de la cama y salí de mi habitación, recorrí el largo pasillo hasta llegar a las escaleras, llegué a la planta baja y me dirigí a la sala.
-¡Feliz cumpleaños!- gritaron todos.
Me sorprendí mucho al ver a toda mi familia, estaban mis abuelos, tíos, primos y los que ya estaban anoche... mis padres, mi hermano, mis amigos y mi novio.
Una gran sonrisa se formó en mi rostro -muchas gracias a todos- estaba tan emocionada pues no había visto a mi familia desde que cumplí dieciocho, es decir cuatro años.
Todos me abrazaron, me felicitaron y me dieron algunos regalos. Luego salimos al jardín donde desayunaríamos, ya que adentro seguramente no cabríamos. Había una mesa larga llena de comida y todo el jardín estaba decorado. Me sentía como una niña de nuevo, emocionada por su cumpleaños.
De pronto sonaron unos explosivos, de esos típicos cuetes que queman en Latinoamérica para despertar al cumpleañero. El fuerte sonido hizo que todos nos tapáramos los oídos y al terminar salieron de entre el humo siete hombres con guitarras, trompetas y otros instrumentos.
-¡Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David, a las muchachas bonitas se las cantamos así...!- comenzaron a cantar los mariachis.
Sí, definitivamente esta era una celebración latina, a diferencia de Inglaterra donde solo te cantan feliz cumpleaños con un pequeño pastel.
Al terminar de comer y que los mariachis cantaran un par de canciones más, nos preparamos para salir, supuestamente por mi cumpleaños, pero sabía perfectamente que esa solo era la excusa para salir a pasear.
Después de conducir por media hora llegamos a un parque ecológico. Entramos después de pagar la entrada, estacionamos los autos en el parqueo y luego de bajar todas las cosas comenzamos a caminar hasta llegar a un lugar algo apartado.
Jugamos un partido de fútbol y luego de una hora descansamos tirándonos en la fría grama, mientras que los que no habían querido jugar preparaban el almuerzo.
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Un Juego de Amor
RomanceEnamorarse de dos hombres a la vez no estaba en los planes de Elizabeth, pero una serie de eventos crearon las condiciones perfectas para que lo hiciera. Todo parecía ser perfecto en su vida, sobre todo con su novio, hasta que un par de mentiras y s...