Capítulo 10: Él es el problema

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NARRA LIZI

Mis párpados comenzaron a abrirse de a poco, me levanté con cuidado para no despertar a Jake y me dirigí a la cocina. Me encontré con dos de mis primos, Gabi y Alex, ambos estaban comiendo golosinas y platicando animadamente.

-Hola chicos- dije sentándome junto a ellos.

-Hola mi prima guapa-

-Hola peque- saludó Alex. Siempre me había dicho así ya que era mucho más alto que yo.

-¿Cómo se sienten, después de anoche?-

-Agotados- respondieron ambos -pero el hambre es más fuerte que el cansancio- dijo Alex con unas galletas en la boca.

-¿Y en dónde se metieron los adultos?- pregunté.

-Nosotros también somos adultos- respondió Gabi con tono bromista.

-Me refiero a los adultos de verdad- los tres reímos.

-Salieron temprano, querían un día de adultos, ya sabes, para tomar bebidas deslactosadas y charlar sobre cuentas por pagar- bromeó -dijeron que regresaban en la noche-

-¿O sea que estamos solos?-

-Así es- respondió ella a lo cual sonreí emocionada.

-Esa cara quiere decir que tendremos fiesta- comentó Alex.

-Por supuesto que sí-

Luego de un rato todos se levantaron, excepto Jake y Jonathan que seguían durmiendo. Desayunamos todo lo que encontramos empaquetado... galletas, frituras, chocolates y dulces. Es lo que sucede cuando dejas a un grupo de jóvenes casi adultos sin los verdaderos adultos, no hay quién cocine.

Luego de "desayunar", fui a despertar a Jake. Acostándome boca abajo junto a él le di un tierno beso para despertarlo.

-Jake, despierta- susurré mientras continuaba dándole pequeños besos.

Él abrió lentamente sus bellos ojos verdes y sonrió -hola hermosa. Qué linda forma de despertarme- me abrazó con fuerza.

-Lamento despertarte, pero tendremos una fiesta en la piscina dentro de una hora-

-Está bien, ya me levanto, solo dame diez minutos- dijo haciendo cara de perrito.

Se veía tan tierno que no pude evitar sonreír estúpidamente -está bien-

Caminé de regreso a la cocina, pero justo antes de entrar Christopher me tomó del brazo y me llevó hasta el jardín.

-¿Christopher, qué pasa?- pregunté cuando me soltó.

-Lizi yo... en serio lo siento-

-¿Qué cosa?- pregunté sin entender.

-Lamento haberte besado anoche, yo no quería hacerlo, ni siquiera recuerdo haberlo hecho, en realidad no recuerdo nada de lo que pasó anoche- en su voz se oía muy bien lo afligido que estaba -pero los chicos me contaron que te besé y... y espero puedas olvidarlo-

-Mi Christopher, tranquilo, no te preocupes. Entiendo que no estabas en tus cinco sentidos, además, ni siquiera me reconociste porque me llamaste Wendy, pero no tiene importancia- coloqué mi mano en su mejilla tratando de darle calma.

Intentó sonreír pero sus ojos se cristalizaron -la extraño Lizi, no te imaginas cuánto la extraño- comenzó a llorar como nunca lo había visto hacerlo.

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