La vida de una adolescente ✓ [En edición]

CAPÍTULO ¹⁹

-Maratón 2/2-

-TIEMPO DESPUÉS-

-Narra Alain-

Tres meses han pasado exactamente desde aquella noche, la noche en la que Marco me pidió que fuera su novia y desde entonces todo en mi vida ha sido perfecto. Me ha hecho sentir la chica más amada de todo el mundo mundial, me lleva a sus partidos, a cenar y siempre está al pendiente de mí.

En estos meses mi amistad con Terry ha crecido bastante, somos más íntimos y más cercanos.

Él aún no acepta mi relación con Marco, dice que no quiere que me lastime y que si me hace daño me dirá te lo dije con el dolor de su alma, pero sé que algún día lo aceptará y podremos salir los tres juntos.

También me he acercado más a mi abuela, se ha convertido en una madre para mí, salimos de compras juntas, vemos películas y por fin pude convencer a Marco de que viniera a la casa, a mi abuela sigue sin hacerle mucha gracia el hecho de que ande con él, pero supongo que al igual que Ter, tendrá que aceptarlo algún día.

No puedo dejar de mencionar lo tan cercanas que nos hemos vuelto las gemelas y yo, tenemos un vínculo de amistad increíble. Desde que salgo con ellas y con Marco he descubierto y aprendiendo muchas cosas.

Terry dice que estar con Marco no me conviene porque desde que estamos juntos voy a muchas fiestas, me enseñó a fumar y a beber y la verdad es que me la pasó muy bien con él, así que pues, pienso que mi mejor amigo está celoso. He cambiado mucho en estos meses, mi mejor amigo dice que debo perdonar en mi interior a mis padres para posteriormente buscarlos y tratar de hablar con ellos, pero Marco dice que no es necesario, que si me necesitan me buscaran y creo que tiene razón.

☆

Hoy es el cumpleaños de Marco y hemos planeado una gran fiesta las gemelas y yo, traté de hablar con sus padres para que nos ayudaran, pero nunca los hallé en casa, mi chico se merece una fiesta con mucho alcohol como a él le gusta y la tendrá.

En mí ya no queda rastro de la chica que fui hace unos meses. Me siento más segura de mi misma, socializo más, ya no me importa lo que piense o diga la gente de mí, hago lo que quiero y ni quien se queje de eso, nunca me he pasado de la raya, pero tampoco soy una santa.

Hoy es sábado así que no tengo responsabilidades, anoche dejamos todo listo para la fiesta y no hay mucho que hacer.

Quedé con Terry para comer en el McDonald's de la esquina antes de la fiesta. Un par de minutos pasan y lo veo llegar, mi mejor amigo tan radiante como siempre.

-Ter, has llegado.- dije levantándome de la acera para adentrarme a su auto, él solo me regaló una sonrisa forzada, subí y llegamos al McDonald's en pocos minutos.

-Ali, me imagino que irás a la fiesta de cumpleaños de Marco, ¿verdad?

-Pues claro, es mi novio.

-Pues tengo algo importante que decirte.- rascó su nuca indeciso de sí hablar o no.

-Hazlo ya.- exigí molesta.

-Verás, se trata de Marco, él... él tiene una tradición, algo que hace en todos sus cumpleaños y...- no pudo decir más por el respingo de mi teléfono.

-¿Qué pasa Donna?- inquirí al ver que es ella quien llama.

-Alain, tienes que venir ya, sucedió algo horrible.- esas palabras me asustaron.

-Voy para allá.- dije levantándome y despidiéndome de Terry quien pidió que no me fuera alegando que era importante lo que tenía que decirme. Tomé un taxi a la casa de las gemelas y agradezco a Dios no haber sentido el camino, en pocos minutos llegué.

Quise matarlas al darme cuenta de que montaron un escándalo por no saber que ropa usar para la fiesta.

•••

Todo está a temperatura ambiente, la casa de Marco es muy amplia y todos los invitados están en el área de la piscina, él está disfrutando de su fiesta y como no, si aquí están todos sus colegas.

Hoy luzco una diminuta blusa azul cielo con blanco y unos vaqueros igual de diminutos, combinados con unos tenis de color blanco, ropa elegida por las gemelas.

Gracias al cielo todo transcurrió tranquilo, los chicos estaban muy borrachos por lo que tuve que llamar a todos y cada uno de sus padres para que vinieran por ellos. A algunos los dejaron abandonados y se quedaron rendidos en el patio de la casa, yo en cambio llevé a Marco a su habitación, el muy contento bebió de más.

-Pequeña, ¿a dónde vas?- preguntó él pegándome tremendo susto. Pensé que estaba dormido y me doy cuenta de que no es así cuando estoy a punto de abrir la puerta.

-Ya me tengo que ir tesoro, es tarde y debo buscar a Terry.- dije girando para enfrentarlo.

-¿Para qué?- inquirió enarcando las cejas.

-Pues hoy me dijo que debía decirme algo importante.- la expresión en su cara cambió a asombro y se levantó para caminar hasta quedar tan cerca que sentí su corazón latir.

-No, tú te quedas conmigo.- dijo cargándome y haciéndome caer a su lado.

-Pequeña quiero estar contigo.- dijo haciendo un movimiento para quedar encima de mí.

-Pero, si estoy contigo Marco.- dije asustada.

-No, no me refiero a eso. Quiero estar contigo, quiero hacerte mía hoy.- mis ojos se abrieron de par en par y no pude articular palabra, mi cuerpo temblaba de los nervios. Nunca me ha gustado tratar este tema, nunca me gustó hablar de esto, me resulta un muy incómodo.

En ese momento no supe que decir, mi mirada estaba fija en la suya, Marco llevó sus labios a mi cuello y depositó un dulce beso en él, causando en mí un millón de sensaciones en un solo segundo.

-Marco, y... Yo no estoy segura de esto.- traté de zafarme de su agarre.

-Tranquila pequeña, déjate llevar, no te haré daño, lo prometo.- dijo depositando un dulce beso sobre mis labios.

No me siento preparada para hacerlo aún, pero supongo que algún día pasará y pues si es con el chico que amo no tiene nada de malo. ¿CIERTO?

Me dejé llevar por sus palabras, caricias y toques. No sé que hacer, me siento extraña ante cada sensación. Me entregué a él y cerré la bandeja de los pensamientos en mi cabeza. Esa noche, en su cumpleaños, en ese justo momento, en su habitación, en su cama, yo me entregué a él.

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Nota de la autora: No se olviden de votar y comentar, muchas gracias por sus leídas y sus comentarios, los amodoro mis ojitos de koala.