CAPÍTULO ²⁸

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Alain

Cuando inicié el instituto tenía miedo de que me rechazaran y miedo al bullying, pero al parecer todos estaban demasiados ocupados con sus propias vidas como para fijarse en la mía y la verdad es que eso me gustó.

Hoy es un día igual que todos, clases aburridas y estudiantes hambrientos, gracias al cielo esta por soñar el timbre, buscaré a Terry y a Layla para comer juntos, últimamente me da muchísima hambre.

Justo después de terminar mi última asignación del día vi a Terry aparecer en la puerta, le hizo señas a la maestra y ella se acercó a él, lo vi susurrarle y ella caminó Hasta quedar frente al pizarrón.

-¿Qué pasa Ter?- inquirí nerviosa, él no dijo nada, solo me tomó del brazo y me arrastró hasta su auto.

-Espera, mi maleta.- dije haciendo que se detuviera.

-Yo iré por ella, no te muevas de aquí, debemos irnos.- ¿cómo que debemos irnos? No estoy entendiendo nada.

-Espera, no entiendo, ¿irnos por qué?- No dijo nada, salió corriendo despavorido hasta mi salón de clases.

Apareció nueva vez frente a mí y me tomó del brazo, nos adentramos a su auto y puso en pie sobre la marcha.

-¿Me dirás que es lo que está pasando?- inquirí cruzada de brazos.

-Ali, no hagas preguntas por favor, que me pones nervioso.

-Quiero saber, ¿qué es lo que está pasando?

-Alain, tranquila, todo va a estar bien.

Sus palabras hacen que enoje y me asuste a la vez, pero decido no preguntar más y dejar que conduzca tranquilo.

Ya no puedo con los nervios, tengo una extraña sensación en el pecho, me di cuenta de que me estaba comiendo las uñas en el momento en que sentí un manotazo de Terry.

-¡Auch!- me quejé por el golpe.

-No hagas eso Alain, eso es antihigiénico.

-Ni higis esi Alain, esi is intihigiénico.- me burlé de él, pero no dijo nada, ni siquiera una expresión diferente en su cara, seguía así, preocupado.

Si estaba nerviosa antes, ahora que nos detuvimos frente al hospital lo estoy más, Terry se bajó del auto y me abrió la puerta para que bajara también.

-Ven Ali, tu mamá está dentro.- me estoy asustando.

-¿Cómo que está dentro?- la expresión en su cara cambió de preocupación a tristeza.

-Ven, vamos.- me sostuvo de la muñeca y no proteste, nos adentramos al hospital y de inmediato pude visualizar a mamá, está llorando recostada de una puerta, no entiendo que está pasando.

Corrí hasta ella y de inmediato volteó a verme.

-Mamá, ¿qué está pasando?- pregunté tan rápido como pude.

-Hija, que bueno que estás aquí, le pedí a Terry que te trajera.

-Lo sé, pero dime ya, ¿qué pasa?

-Tranquila hija, en tu estado no es bueno que te exaltes ni nada de eso.

-Rayos mamá, dime de una buena vez.- dije molesta.

Mamá posó su mirada sobre la de Terry y volvió a mirarme.

-Alain, e... Es tu abuela.

-¿Qué le paso a mi abuela?- pregunté nerviosa.

-E... Ella está en.. Está en...- no me aguanté más.

-Mamá, por Dios, ¿me dirás dónde está o lo averiguo por mi misma?

La vida de una adolescente ✓ [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora