CAPÍTULO ³⁵

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Algo inesperado, en el momento inesperado

Una luz tenue y amarillenta es lo primero que veo al abrir los ojos, escaneo todo el lugar para darme cuenta de que estoy en una habitación de hospital. ¿Qué pasó? Lo último que recuerdo es que besé a Terry y... En ese momento me invadió la imagen de mí cayendo al piso luego de ser empujada.

No entiendo nada. ¿Quién pudo haber sido? Pero si yo no tengo problemas con nadie y Marco se fue de la fiesta después de lo que pasó, tampoco creo que el fuera capaz de hacerme esto sabiendo que estoy esperando un hijo suyo.

Algo no está bien en mí, me siento vacía, algo me falta y es justo cuando me doy cuenta de que ya no traigo a mi bebé en mi vientre, ya no lo siento dentro de mí y eso me motivó a gritar desesperada.

-Tranquilízate Alain, no te muevas tanto.- entró Terry muy preocupado.

¿Qué está pasando? ¿A caso habré perdido a mi bebé? No, eso no puede ser así. Si lo pierdo a él también, pierdo la vida.

-Mi bebé. ¿Dónde está mi bebé?- grité sintiendo el aire extinguirse en mi cuerpo. Terry se abalanzó sobre mí para sostener mis manos y de una u otra forma tranquilizarme.

-Tranquila mi niña hermosa, tu bebé está bien, todo está bien, solo ten calma.- sus palabras fueron como un oasis a mi corazón desesperado.

-¿Qué fue lo que pasó Ter?- lo vi agachar la cabeza y dos lágrimas abandonaron sus ojos. No sé por qué eso impactó tan fuerte a mi corazón y de repente también comencé a llorar.

-Todo fue mi culpa Ali.- espera, ¿qué? ¿Cómo que fue su culpa?

-No te entiendo.- dije confundida.

-Antes de que fuéramos a la fiesta Jazmín fue a mi casa y me pidió que estuviera con ella. La conozco desde que era un niño, siempre estuvo enamorada de mí y por un tiempo pensé que yo también lo estaba, hasta que te conocí. Le dije que no podíamos estar juntos porque me había enamorado de alguien y pareció aceptarlo, ayer me pidió que me alejara de ti o te haría daño y yo no le hice caso.- dijo rompiendo en llanto, puse mi mano sobre su pelo y lo acaricié suavemente.

-Todavía no logro entender Ter.

-Ella fue quien te empujó de la tarima Ali.- dijo entre sollozos. Respiré profundamente y lo miré a los ojos.

-No es tu culpa Ter, solo es una loca que se dejó cegar por los celos y la imposibilidad de estar contigo, pero tú no tienes nada que ver.- le dije envolviéndolo en un suave abrazo.

-Ali.- dijo separándose.

-¿Si Ter?

-¿Por qué me besaste?.- órale pues. No me esperaba su pregunta.

-Terry seré franca contigo. No sé que es lo que siento, están pasando muchas cosas en mi cuerpo, mi mente y mi corazón en este preciso momento, pero si de alto estoy segura es de que no te quiero perder a ti, quiero ir lento y darme el tiempo de descubrir que es lo que verdaderamente siento, sé que lo que quiero está justo en frente de mí, pero necesito tiempo.- dije y sus ojos se volvieron a cristalizar.

-Alain, sé que estoy atrapado, sé que no podré salir jamás, sé que soy vulnerable ante tus palabras y decisiones, pero que me importa. Te daré todo mi amor mientras vida tenga porque solo contigo me siento vivo y solo a tus llamados responde mi corazón. Yo me tengo que casar contigo, porque de no ser así siento que seré infeliz el resto de mi vida, y yo sé que solo yo podré hacerte la mujer más feliz de este mundo, quiero que sepas que me enorgullece lo honesta que eres conmigo, lo aprecio muchísimo. Si pudiera tenerte a mi lado todo el tiempo sería el tonto más afortunado y feliz de este mundo. ¿QUIERES LUCHAR? Pues luchemos amor mío, no puedo perderte, yo te amo y vales la pena, la vales joder.- Selló sus palabras con un dulce beso y le correspondí. No puedo engañar a nadie, sabía que se robaría mi corazón.

-¿Les interrumpo?- la voz de mamá hizo que se separará de mí. Mis ojos se iluminaron, trae un bebé en sus brazos y mi corazón comenzó a latir de manera desenfrenada.

-¿Es mi bebé mamá?- inquirí con los ojos cristalizados.

-Si Ali, aquí está tu hijo, tan hermoso como su madre. Más tarde regreso, voy a por comida para ustedes dos.- dijo dejándolo en mis brazos y esté sentimientos es indescriptible.

Es radiante, tiene ojos cafés iguales a los de su padre, tiene una cabellera castaña muy hermosa y su carita es una mezcla de la de Marco y la mía, ni corazón no puede estar más feliz.

-Es hermoso Ali.- dijo ter acariciado mi cabello.

-Sí que lo es y por fin me siento completa Ter, siento que no me falta nada, me habría gustado que mi abuela estuviera para ver la hermosura de bisnieto que tiene, Por fin me siento feliz.- dije y las lágrimas dejaron mis ojos.

-¿Ya sabes que nombre le pondrás.- preguntó él con cara de niño deseoso de que le den un dulce?

-Sí. Se llamará Matthew.- dije deslumbrada por la carita tan dulce de mi hermoso bebé.

-Es un hermoso nombre Ali.- dijo Ter y aún no le digo el nombre completo.

-Matthew Monzón Ferrety.- no me creerían si les dijera que comenzó a dar vueltas por toda la habitación gritando como un pequeño frenético al escucharme decir esto. Siempre ha querido que el bebé lleve su apellido y no veo porque negarme a ello si ya estoy decidida a darme una oportunidad con él.

-Joven, por favor cálmese, va a despertar a todos los pacientes del hospital.- entró una enfermera a regañarlo y exploté en carcajadas.

Miré a mi bebé y por primera vez le hablé. -Tú y yo seremos inseparables, nadie te podrá apartar de mi lado y voy que luchar contra todo pronóstico por ti, porque te amo y tú eres la razón de mi felicidad. Me siento muy feliz y agradecida de Dios por darme la oportunidad de ser madre.

Mi tiempo en el hospital terminó y declaramos al bebé para volver a casa, Terry no se despegó de nosotros ni un solo momento y me siento más que agradecida por su presencia en mi vida.

Tres meses después

-Mamá, ya estoy lista.- grité desde mi habitación.

-Ya te escuché nena, ahora subo por Matthew.- la escuché hablar desde la cocina.

-Amor, apúrate, se nos va a hacer tarde.- gritó Terry también desde la cocina.

Bajé las escaleras con mi pequeño en brazos y lo dejé en su cochecito para que mamá terminara de hacer la comida.

Terry y yo iremos a Berkeley y gracias al cielo que vivimos en California, no soportaría tener que cambiar de país para estudiar. Hoy es mi prueba de admisión y le pedí que me acompañara.

Él, ira a University of Arizona a estudiar para ser abogado, en su familia es una tradición y a él le encanta. No estaremos tan lejos, así que vendrá los fines de semana y en las vacaciones para estar junto a nosotros.

Decidimos ir lento en nuestra relación, apoyarnos desde la distancia y haremos hasta lo imposible para que nuestra relación funcione. Terry me ha demostrado el maravilloso hombre que es desde el día en que nos conocimos, le ha dado todo el amor a mi bebé y él es su padre.

Mi hijo crecerá sabiendo que tiene dos padres, el que lo engendró y lo abandonó y el que desde cero estuvo hay, el que lo cuidó y lo amó con todo el corazón.





























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Nota de la autora: Solo quiero darle las gracias a todos mis fieles lectores que se han quedado hasta este momento, sepan que los aprecio muchísimo y que para mi son de suma importancia. Los amorodo mis ojitos de koala.

La vida de una adolescente ✓ [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora