CAPÍTULO ¹¹

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Continuación del capítulo anterior
-Pov Marco-

Luego de varios días en la finca de mi madre, entre alcohol y cigarrillos, decidí salir. Quiero ver a la pequeña, tengo ganas de descargarme con alguien.

Llamé a Donna para pedirle la dirección de Alain y me la dio sin titubeos. Las gemelas siempre han estado a mi merced.

Frené la moto justo en frente de la casa y ella estaba lista para ir al instituto, le ordené venir conmigo y así lo hizo.

La llevé a mi escondite, bueno no tan escondido, aquí traigo a todas mis chicas luego de usarlas para terminar con ellas. Perdí la cuenta de las tantas mujeres que he traído aquí. La besé y pareció ser su primer beso porque no supo para nada mover sus labios.

•••

Una vez en mi casa tomé una ducha fría y pastillas para el dolor de cabeza, salí del baño en toalla al escuchar el respingo de mi insistente de mi celular.

Número desconocido.

Tengo el presentimiento de que es ella. Nadie se resiste a mis encantos y menos a mis besos. He tardado más de lo habitual en hacer caer a una chica, pero solo hará que la disfrute más.

—¿Hola?- respondí dudoso.

—¿Marco?— bingo, es ella. Escuché su voz quebrada y sentí algo en mi pecho, algo que nunca había sentido, como un pellizco.

—¿Alain? ¿Eres tú? ¿Estás bien?— no entiendo de dónde me salen estas preguntas, nunca me ha importado el bienestar de nadie.

—¿Puedes venir por mí? Estoy fuera de casa.

—Ahí quédate, no te muevas, en seguida voy por ti.

Colgué la llamada y busqué rápido unos jeans color negro y una camiseta azul cielo, tomé las llaves de la motocicleta y salí a toda marcha.

No sé que me pasa cuando estoy cerca de esa chica, pero sea lo que sea, desaparecerá cuando la haga mía, es lo que siempre pasa.

Al verla quise bajarme de la moto, pero corrió y se apresuró a subir aferrándose a mí, me giré para ponerle el casco, pero agachó su cabeza en mi espalda, asumí que solo quería irse y aceleré la moto.

Después de 5 minutos comenzó a llover, llegamos a casa empapados. La guie hasta mi habitación y la dejé sola para que se duchara. Le ofrecí una de mis camisetas que de seguro le quedará como vestido, es mucho más pequeña que yo. Cuando terminó de ducharse subí a la recámara con algo de comer que Licha, (ama de llaves y cocinera de la casa) le había preparado.

—Toma, debes tener hambre.— dije extendiéndole el plato.

—Gracias por dejar que me quede contigo.— dijo antes de empezar a llorar.

Me acerqué a ella y la envolví en mis brazos, lloró más fuerte y valla que me hizo irritar. Detesto la gente chillona.

La consolé durante toda la tarde y no me di cuenta de lo rápido que pasaron las horas. La abracé hasta que se calmó y me contó todo lo que había pasado. Me gustaría aprovecharme de la situación y hacerla mía en este preciso instante, pero debo ser cuidadoso, es inteligente y tímida.

Parece que lleva una vida difícil con tan poca edad. En mi caso, mis padres nunca han estado y a mí no me ha importado. Salgo cuando quiero, hago fiestas todos los fines de semana, bebo sin control, no me interesa estudiar y me la paso de un lugar a otro.

Después de hablar un buen rato se acomodó sobre mi pecho y se quedó dormida. Me prende verla con mi camiseta, la deseo, pero sé que debo esperar si quiero que sea totalmente mía.

Me espantó el sonido de un celular que salía de su mochila, la cual estaba en el sillón a un lado de mi cama. Me causó gracia su tono de llamada porque conozco perfectamente esa canción "Flashlight de Jessie J".

Mi sonrisa se desvaneció al ver que era el inútil de Terry quien llamaba. ¿Y este que quiere? Por nada del mundo permitiré que esté con ella primero que yo. Decidí no tomar la llamada y me acomodé a su lado para posteriormente quedarme dormido.




























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Nota de la autora: Creo que hay algo detrás de ese chico rudo que nos ha mostrado ser Marco. Una nueva etapa estaba a punto de iniciar en la vida de Alain, ya fuera de casa de sus padres tendría que buscar a donde ir y tal vez le tocaría empezar desde cero. ¿De que forma le hacemos entender que no se está asociando a alguien con buenas intenciones? Pero las cosas pueden cambiar o tal vez no.
¿Por qué en vez de a Terry llamo a Marco?
Lo dejo a su criterio. Luego nos leemos hermosos ojitos de koala.

La vida de una adolescente ✓ [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora