☂ Capítulo 1 | Temporada 1

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 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐀 𝐎𝐏𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 || 𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐄𝐄𝐕𝐄𝐒

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎, 𝐓𝐄𝐌𝐏𝐎𝐑𝐀𝐃𝐀 𝐔𝐍𝐎:
╰┈➤ ❝ 𝐇𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐅𝐄𝐄𝐋𝐈𝐍𝐆𝐒 ❞

[𝐛𝐲 𝐜𝐞𝐥𝐞𝐬𝐭𝐞𝐡𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬_]

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1997

Omnisciente:

Día de entrenamiento. Eso eran lo que harían los hermanos Hargreeves el día de hoy. Un lunes. 

Mientras todos los niños de su edad se quejaban por ir a la escuela, los hermanos con superpoderes se quejaban por entrenar. 

Ellos no llevaban escuela, Pogo les enseñaba cosas básicas, pero Reginald se enfocaba más en los entrenamientos de sus poderes. 

Cinco y Diego eran los mejores a decir verdad. Por eso entrenaban por separado, para no atrasarlos para poder sacar su potencial en sus poderes. 

—¡Despierta, Ocho!— gritó Klaus entrando a la habitación de la nombrada mientras hacía sonar una campana.

La chica simplemente se quejó y se tapó más con las sábanas.

Klaus bufó —bien, si no es por las buenas, será por las malas.

El chico se fue de la habitación, por lo que Ocho pensó que podía seguir durmiendo tranquilamente.

De repente, sintió que alguien le echaba un balde de agua fría.

—¡Ahhh!— gritó la chica asustadísima mientras toda su cama estaba empapada. Ella sentía su cuerpo helado.

Klaus echó una carcajada.

Ocho miró a Klaus con ojos de pistola y con su poder, levitó al chico y lo lanzó con fuerza a la ventana.

El chico cayó en el contenedor de basura. Ocho se levantó y al ver a su hermano sumergido en la basura, ella sonrió.

—¡No te voy a volver a despertar!— gritó Klaus mientras trataba de salir del contenedor.

—¡Perfecto!— gritó la chica satisfecha mientras cerraba la puerta de su ventana, dejando a su hermano favorito a su suerte.

Se preparó para entrenar. Se bañó con agua tibia para poder regular su temperatura corporal, cepilló su cabello mojado y se colocó su uniforme.

Salió de su habitación y caminó por el pasillo para bajar las escaleras.

—Por fin te bañas— dijo burlón un chico mientras caminaba a su lado con sus manos en sus bolsillos. 

—Lo dice el que huele a pescado podrido— bufó la chica.

—Jódete— susurró el chico mientras rodaba los ojos y se teletransportaba al entrenamiento.

Número Cinco y Número Ocho no llevaban la mejor relación de todas, por lo que si encontraban alguna forma de molestar al otro, no dudaban en usarla.

Cuando la chica llegó al entrenamiento, Reginald la llamó para entrenar por separado.

—Número Ocho— indicó el viejo —deberás mover aquel camión de lugar. 

𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐀 𝐎𝐏𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃||𝐂.𝐇.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora