Melanie
Estaba teniendo un sueño súper lindo cuando me desperté por el incesable sonido de la puerta, alguien estaba llamando desesperadamente. Me puse de pie con un poco de pereza y vi mi reloj, vaya son las 8:30 de la mañana ¿quien se despierta tan temprano en sábado? Es muy raro que alguien llame a la puerta a esta hora de la mañana ¿no? O sea no es que no me levantaba temprano en mi casa, al contrario, pero no en sábado y estando acá se me hace un poco extraño. Camine en dirección a la puerta lo más rápido que me permitían mis pies y al abrir vi nada más y nada menos que el rostro serio e inexpresivo de Alejandro.
–¿si? ¿Pasa algo?– hable abriendo la puerta completamente de par en par.
–¿porqué anoche no bajaste? Te ordene que lo hicieras–pregunto muy serio, este hombre debe tener algún grave problema de bipolaridad, porque no es normal que un día me trate súper bien y sea todo un caballero y al otro día ya la gentileza y el buen trato desaparece.
–¿sabes? Creo que eso a ti no te importa ni te compete en absoluto ¿cuando podre irme de este lugar?– pregunte sin ninguna expresión.
–¿quieres saber una cosa querida? No saldrás de este lugar hasta que a mi me de la maldita gana y menos si lo que quieres es irte la casa de Luisa, de hecho si quieres puedes retomar tu vida cotidiana a su tiempo; más bien cuando yo lo decida conveniente, pero no vas a volver a casa de la vieja esa que te tenia como su esclava, eso sobre mi cadaver muñequita– dijo molesto, ¿ven lo que les digo? O es bipolar o genuinamente se está preocupando por mi ni siquiera sé qué debo creer.
–¿qué? ¿cómo es que sabes de mi madrastra y mi situación con ella?– dije en un tono bajo, no quería caer en su presencia, por Dios, ya me siento lo suficientemente humillada como para llorar en frente de este hombre, sería humillarme más a mi misma.
–ay por favor Melanie lo sabes, no te hagas la desconcertada esa mujer te tenia como su esclava y su hija también, ambas te estaban utilizando a su antojo– paro de hablar y me miró enojado –sabes muy bien que esas dos mujeres te trataban como la gran peor mierda del mundo; cuando lo más mierda e infeliz que tiene el mundo son ellas y, tengo presente que son lo mas parecido que tienes a una familia, pero sabes una cosa no puedes seguir aguantando que te traten como basura– hizo una pausa y suspiro de una manera muy pesada y estresado – ¿acaso sabías que tu padre está vivo? ¡Maldición Melanie!– termino de hablar mucho más enojado de lo que ya estaba.
–¿m-mi padre esta v-vivo?– hable, no lo aguante más y tampoco pude evitarlo cuando finalmente me derrumbe. Caí muy bajo, pero ya no importa y solloce por todo lo que he permitido que hagan conmigo, por todo lo que acepte que pase en mi vida sin darme cuenta.
–mira, no se quien pienses que soy. Si quieres creer que soy un monstruo por hablarte de esta manera adelante; tómame como tal pero algún día agradecerás que alguien de te un golpe de realidad en la cara, más vale una gota de miel que una de gel–
–descuida hay veces que es necesario que alguien te de un golpe de realidad para que te hagan entrar en razón y te des cuenta quien realmente es la mierda, la verdad siendo sincera necesitaba que alguien lo hiciera por mi– sorbí por mi nariz y cambié el rumbo de mi mirada divagando en mis pensamientos. –¿cuando crees que podría volver a retomar mis estudios?– pregunte limpiando mis ojos, para apaciguar la situación y que desviara su atención de los problemas familiares; si así puedo llamarlos, que me rodean.
–¿te parece si lo pienso?– pregunto volviendo a su postura seria –no creo que sea conveniente eso ahora– esta vez ya no lucia enojado, solo serio y algo frío a mi parecer. ¿ya les dije que este hombre parece bipolar? ¿O es que yo lo saco de su compostura?
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Mi Secuestrador©
RomanceMelanie es una chica de 23 años, no es la típica chica popular de la universidad, no tiene una vida de lujos ni mucho menos una vida fácil, su vida era todo lo contrario llegando a ser casi miserable. Hasta que un hombre decide secuestrarla por mero...