Mi Secuestrador©

Capitulo 35

Melanie

Ya ha pasado un tiempo, casi un año desde que nacieron los gemelos para ser precisos. Se preguntarán dónde estamos ahora, que ha pasado. Pues ahí les va un el contexto;

Flashback

Hace unos días que Alicia y su madre se fueron de nuestra casa a mi departamento. El departamento era en el centro donde ellas podrían buscar trabajo e ir amueblando el departamento y comenzar otra vez desde cero por aquello del incendio que consumó su casa y todo lo que tenían. La verdad es que me dio pena cuando vi a Luisa así con ese aspecto decadente, ya que no puedo decir lo mismo de Alicia.

Justo nos encontramos en casa de Lía viendo a los niñitos que ya salieron del hospital luego de unos cinco días más o menos allí. Les habían dado el visto bueno y Lía pudo traerlos al fin a casa. Las cosas marchaban genial, los preparativos de mi boda también. Si, yo sería la primera en hacer mi ceremonia de bodas. Decidimos que nos casaríamos distintos días para que cada una tuviera su momento especial respectivamente.

–entonces, ¿cual será el color de las damas de honor?– preguntó Lía con la libreta, ella es junto con Cata y Rita mis dos damas de honor. Si dije bien, Rita. Ella se volvió parte esencial en mi relación con Alejandro pues ella fue quien nos salvó de ir al abismo.

–creo que todas irán de azul cielo, porque al ser en Hawái en la playa hará calor y los colores oscuros no serían conveniente, aunque es en la tarde– hable indecisa.

–está bien, qué tal si eliges un tono coral– propuso Cata.

–cierto, con eso del tema de la playa, iría genial– apoyo Lía el argumento de Catalina. Y creo que si, tiene mucho sentido.

–realmente tiene bastante sentido, pero que sea pastel– y Lía asintió anotando.

–bien, ahora solo queda ir a comprar el vestido, yo me encargaré del resto– habló Catalina, tomando la libreta de Lía mirando que esté todo en orden.

–¿porque no haces tú mi vestido?– propuse a Cata, ella me miro y sus ojos brillaron.

–¿me darías el honor de hacer tu vestido de novia?– estaba casi llorando.

–claro, ¿quien más que tú para hacerlo?– la abrace y esta lloro de emoción.

–oh Dios mío no lo puedo creer, no lo puedo creer yo solo, déjenme tomar un momento– dijo tratando de respirar, y en es se paro del suelo como si tuviese resortes en el trasero y corrió al baño.

Logre escuchar ruidos, al parecer estaba vomitando .

–¿estás bien Catalina?– pase mi mano por su espalda y está negó.

–llevo días sintiéndome muy mal, me siento cansada, la comida muchas veces me causa indigestión y cada que siento cerca a John así sea medio metro de distancia me dan ganas de matarlo, no soporto verlo– dijo llorando.

–no será que estás...

–embarazada– escuche a Lía y a Rita hablar al unísono.

–¿embarazada? Ustedes creen qu...– y ahí está otra vez, el vomito no la dejo hablar. Lía río y trajo un test de embarazo. ¿De donde lo sacó tan rápido?