...Esa misma madrugada...
Estábamos fundidos profundamente en ese intenso y hermoso beso pero por desgracia necesitamos el oxígeno para vivir así que nos tuvimos que separar por falta de ello. Alejandro me dedico una linda mirada iluminada por la tenue luz que había en la habitación y sonrió de lado para luego hablar:
–al parecer no somos los únicos que hemos pensado en hacer algo divertido esta noche– y era cierto, se escuchaban ruidos extraños y muy fuertes que provenían de la planta baja.
–¿será que si?– dije con cara extrañada, pero sabía que en efecto era cierto lo que había dicho. El asintió con entusiasmo frenético y yo reí por lo bajo. Los sonidos se hacían cada vez más y más fuertes, realmente comenzaba a incomodarme y eso que nosotros estamos en la segunda planta de la casa.
–¡si Francis, ay si!– mire en dirección de Alejandro y este me miro con una cara chistosa y luego de desagrado. Y aclaro que no es que no haya tenido relaciones antes pero véanlo de este modo; estas a punto de hacerlo con tu pareja y escuchas gemidos de tu amiga y su novio que al parecer están en estado "conejo", es algo sumamente extraño e incómodo ¿no lo creen?
–oye preciosa, ¿que te parece si salimos a caminar y dar un vuelta en la playa? Es que la verdad escuchar a mi amigo gemir con su novia no es algo muy bonito ni agradable para mi, tolero muchas cosas pero no ese par de animales– escuché a Alejandro hablar mientras buscaba una camisa en su maleta. Reí tras su último comentario.
–¿sabes? Podría jurarte que justamente eso estaba pensando, de hecho es bastante incómodo ¿vamos?– mencione lo último más como afirmando que nos fuéramos de acá que como una pregunta. Tome un abrigo de Alejandro que se encontraba sobre la cama tendido y las sandalias que traía hace un rato. Bajamos en completo silencio para tratar de pasar desapercibidos y no irrumpir en un asunto que no nos compete, pero en eso nos dimos cuenta de algo y no muy agradable a la vista, ¡estaban en el sofá de la sala de estar! Literalmente están teniendo sexo libremente como si no hubiese nadie aquí.
–preciosa por Dios date prisa, acabo de ver a mi mejor amigo desnudo...– hizo una pausa y salimos, una vez fuera de la casa volvió a hablar: –recuérdame por favor no volver a sentarme jamás en el sofá del living o mandarlo a cambiar– dijo poniendo cara de asco, de hecho al parecer estaba muy asqueado con la situación. –ah pero me va a escuchar, no va a quedarse así–
–pareces señora molesta porque dañaron su jarrón favorito– me reí y me miro mal.
–más bien mi sofá favorito Meli– negué mirándolo.
–¿que pasa?– preguntó.
–¿Puedo hacerte una pregunta?– pregunté rápidamente. Es una duda razonable, o bueno eso creo.
–ya la hiciste– hablo cerrando la puerta tras el, lo mire mal y volvió a hablar –vale, pero sólo si es una– dijo pasando sus brazos por sobre mis hombros dejando un beso en mi mejilla.
–¿no te da cosita así como asco cuando ves la sangre o una persona despedazada? Digo no quiero ser indiscreta ni incom...– me interrumpió.
–no, no me da asco ni cosita como dices y si lo estás preguntando por lo que he dicho antes, créeme que no es igual, no tiene nada que ver– habló y se quedó mirando hacia enfrente como si estuviese pensando y luego siguió hablando.
–cuando hago eso a alguien es porque es estrictamente necesario no ando matando a nadie por amor al arte, no es lindo pero tampoco me desagrada aparte de que el único que tiene ese derecho de quitar y dar vidas es Dios y por eso sé que seguramente iré al infierno. En cambio, ver a tu mejor amigo desnudo teniendo sexo en modo bestia en el sofá de tu casa y gimiendo como un animal es algo totalmente desagradable y diferente a lo que hago yo, ¿como te sentirías tú si alguien me dispara solo porque si y recurrieras a dispararle a alguien más por intentar defenderme? Y lo más importante ¿como vas a sentirte después de ver a una de tus mejores amigas tener sexo desenfrenado en el sofá de tu casa?– termino de hablar enarcando una ceja.
–que profundo eh– dije mirándolo y este sonrió de lado.
–profunda será la cogida que te voy a dar– susurro en mi oído para luego lamerlo –pero ahora contesta lo que te he preguntado antes–
–respecto a lo de la cogida, cuando quieras– sonreí mostrando mis dientes –y a lo otro pues me sentiría muy mal, creo que haría lo mismo que tú solo por el hecho de que te han lastimado– suspiré –y pues de solo pensar en mi amiga teniendo sexo me dan ganas de vomitar– dije riendo por lo último, negando un poco asqueada.
–¿ahora entiendes lo que he querido decir?– se acercó –y en cuanto tenga tiempo te enseñaré a utilizar un arma y te voy a dar la cogida de tu vida– mordió el lóbulo de mi oreja y yo solo sonreí.
–si, te entiendo perfecto, y me parece más que bien– deje un beso en su mejilla y seguido sentí un apretón en mi glúteo izquierdo. Lo mire mal y comencé a correr a la orilla de la playa para luego dejarme caer y fijar mi vista en el cielo estrellado.
–Alejandro–
–pida por esa boquita hecha por los mismos Dioses olímpicos, que yo estoy más que dispuesto a complacer– dijo recostándose a mi lado. Me di un poco la vuelta y comencé a hablar:
–no voy a pedir nada, quiero agradecerte por todo esto y por salvarme de mi antigua vida de cierto modo, por no dejarme sola en ningún momento y por hacerme sentir viva de nuevo– termine de hablar y me senté sobre su regazo.
–no mi reina, yo te agradezco a ti por devolverle el color a mi vida y el calor a mi corazón, ahora tengo una mejor razón de vivir que no son mis negocios– dicho esto me beso, y había algo diferente en ese beso, no era pasión ni deseo, era ¿amor? No puedo creer que realmente me enamore de un mafioso que de cierto modo le hace daño a la gente y a la sociedad, me enamore de mi secuestrador y ahora si me encontraba realmente perdida en mis sentimientos hacia este hombre.
–te amo– dijimos al unísono, fue tan hermoso y confuso ese momento, creo que pensábamos en lo mismo o en algo parecido. Nos abrazamos y así permanecimos un rato, yo sentada sobre él demostrándonos que éramos él uno para el otro con un simple abrazo fuera de sentimientos morbosos, era algo real.
(...)
FIN.
Jaja se la creyeron, este es el hermoso inicio de esta loca relación, esperen el próximo capítulo.
Dejen su respuesta, en fin eso era todo las amo, I'm Out girlsss!
Paola's Out🇵🇷💙
ESTÁS LEYENDO
Mi Secuestrador©
RomanceMelanie es una chica de 23 años, no es la típica chica popular de la universidad, no tiene una vida de lujos ni mucho menos una vida fácil, su vida era todo lo contrario llegando a ser casi miserable. Hasta que un hombre decide secuestrarla por mero...