Capítulo 18

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...Esa misma tarde...

Luego de burlarnos hasta mas no poder de Lía, los chicos se fueron a una cita o eso dijeron y yo mientras decidí ir a la piscina junto a la compañía de Alejandro, ahora no sé dónde se encuentra, pero quede de encontrarme con él en la piscina. Mientras tanto tome una ducha y me puse un bikini rojo, tome mis lentes de sol, una toalla, protector solar y me encamine a la piscina. Se suponía que estaría acá con Alejandro pero fue a atender una llamada o algo así dijo cuando me lo topé en el camino, por lo que me adelanté.

Una vez ahí me recosté en una silla a tomar el sol.

Alejandro

Se suponía que debía estar esperando a Melanie en la piscina pero resulta que me han llamado por un problema en mi edificio empresarial. ¿Que habrá pasado? Espero que no sean esos molestosos policías otra vez, son muy insistentes.

Llamada telefónica
—¿si?

—señor, tenemos un pequeño problema...

—habla, no tengo mucho tiempo.

—es el FBI, querían hacer una investigación sobre lavado de dinero, de hecho es la quinta vez en el mes, un agente llamado Leonardo sigue insistiendo dice que usted podría estar vinculado con un hombre que se hace llamar el rey de las sombras...

—¿oye te digo una cosa? Tengo un asunto pendiente y la verdad me importa muy poco lo que piense el tipo ese, deja que hagan lo que quieran, mi lugar no se presta para ese tipo de cosas ¿que le pasa? incluso ¿sabes una cosa? suena patético ¿qué diablos es el rey de las sombras? Eso sí, si el hombre sigue insistiendo lo demandaremos por hostigamiento y acoso laboral...

—lo mismo pensé señor y tenga por seguro que así lo haré y cumpliré con lo que usted a requerido, bueno lamento haberlo molestado que pase linda tarde.

—no te preocupes haces tu trabajo, buen día.
Fin llamada telefónica

¿Cómo es qué pasó esto? Debe haber un error, no uso las empresas para lavar dinero ¿acaso están locos? Y lo más importante ¿como saben quien soy? Es imposible no he dejado ni un solo rastro en cada ejecución y movimiento que hago, tendré que cambiar mi estrategia de trabajo en ese ámbito, no pueden descubrirme. No puedo terminar en prisión y menos ahora que mi vida a cobrado sentido desde que llegó Melanie y tampoco quiero perder el imperio que he venido construyendo durante todos estos años. He ocultado mi identidad desde hace muchos años justo para evitar esto, y no van a arrebatármelo, no ahora. Aparte ¿qué diablos hace Lucas? Se supone que es mi infiltrado.

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Alejandro:
Imbécil ¿para que demonios te pago? ¿No se supone que trabajas en el FBI? Se suponía que tenías que darme toda la información respecto a lo que hacen en mi contra ¿qué era más importante que no me dijiste?

Lucas:
Lo lamento señor, he estado en muchas juntas respecto a eso y tengo un dato que no le gustará, es respecto a una chica que ahora está en la mafia y está echando todo a perder...

Alejandro:
Luego hablaremos, más te vale que valga la pena y no estés pensando en traicionarme porque juro que voy a matarte amigo.
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Me dispuse a caminar en dirección a la piscina pensando en que demonios debo hacer ahora antes de que descubran la verdadera identidad del rey de las sombras, que dudo que semejantes animales lo logren. La verdad es que no es una opción tener que ir a prisión ahora, ni siquiera puedo imaginármelo o hacerme la idea. Necesito hablar con Francis al respecto para tratar de arreglar toda esta situación que lo único que hace es inquietarme bastante.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la perfecta vista de Melanie tomando el sol y si pensaba que el rosa le iba de maravilla el rojo acaba de superar eso, sí que se ve sexy con ese color. Es simplemente la perfección hecha mujer por Dios, no veo la hora de hacerla completamente mía en todos los sentidos y formas posibles que existan.

–vaya pero que estoy viendo, ¿a que jardín habrán dejado sin su flor más bella?– hable tomándola por sorpresa.

–ay por favor que cosas dices Alejandro– dijo con un leve sonrojo en sus mejillas, no sé cómo con ese gesto tan enternecedor hace que se vea más sexy que antes, será por ese hermoso bikini rojo que lleva. Lo siento pero es que se le mira tan bien.

–sabes, desde ahora en adelante te juro que el rojo será mi color favorito– mencione cerca de su oído viendo la reacción que causa mi voz en ella, tenía los vellos totalmente erizados, hice una marca en su cuello seguido de un beso en la misma zona y me lancé al agua, quizá con este chapuzón se controle mi calentura.

Melanie

¿Que fue eso? ¡Dios fue tan excitante! ¿Se habrá dado cuenta? Creo que mejor me doy un chapuzón, me puse de pie y entre al agua.

–oye, ¿qué te parece si vamos a un restaurante a cenar en la noche? Así como una cita ¿que dices?– escuché la voz de Alejandro desde el otro extremo de la piscina.

–claro y si es contigo, voy al fin del mundo y de regreso– sonreí ampliamente y este correspondió de la misma manera. En eso me sumergí para nadar un poco y al salir a la superficie él se encontraba a mi lado. ¿Como llegó tan rápido a este lado?

–¿me permites hacer lo más que quisiera en este momento aquí y ahora?– lo mire raro tras esa pregunta.

–claro, ni siquiera tienes porque preguntar adelante– hable encogiéndome de hombros, es libre de hacer lo que quiera no tiene que solicitarlo o algo así.

Pasó sus dedos por mis piernas hasta mi cintura y me tomo sacándome de la piscina hasta dejarme sentada en el borde de la misma y seguido salió él, tomando lugar a mi lado. Se acercó completamente a mi y susurró en mi oído "lo siento cariño, pero no resisto más" entonces ahí supe lo que quiso decir desde el principio de la situación y a decir verdad yo tampoco resistía más el hecho de no estar tan íntimamente con él así que decidí responder su comentario.

–demonios Alejandro te miento si te digo que yo tampoco resisto– y dicho esto tome la iniciativa de lo que ambos queríamos que pasara desde hace mucho tiempo. Lo empuje para que quedara recostado en el suelo y me subí sobre su regazo para comenzar a besarlo desesperadamente, necesitaba tanto esto ¡demonios! Necesitaba sentir a este hombre en mi ya, no resisto un minuto más.

Tire de su cabello y luego él decidió tomar el control y se posicionó sobre mi, puso una de sus manos en mi muslo y lo apretó sin piedad, era realmente fuerte. En un tirón se deshizo de la parte superior de mi bikini dejando mis pechos al descubierto, me acerco a él y sentí una sensación indescriptible cuando mis pechos rozaron el suyo quedando totalmente pegada a él. Seguimos besándonos sin pudor y con desesperación pues ambos queríamos esto más que nunca.

–Alejandro...– lo llame pero fue más un jadeo por la evidente falta de aliento, este se detuvo y me miró expectante, tenía los labios hinchados y el pelo húmedo y alborotado. ¿Ya les dije que se ve jodidamente sexy?

–¿si?– hablo con dificultad mientras su pecho subía y bajaba muy rápido. Me acerqué a su oído y hablé:

–hazme tuya Alejandro– y dicho eso me miró con una sonrisa enorme. Me acercó a él una vez más y hablo:

–ese era mi plan hermosa, pero no aquí yo no le doy espectáculo a nadie iremos arriba– guiño uno de sus ojos para luego ponerse de pie y me ayudo a ponerme de pie igual para tomarme y subirme sobre su hombro y en un instante nos encontrábamos en nuestra habitación.

(...)

Mi Secuestrador©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora