Advertencia ⚠️
Es probable que este capitulo pueda tener contenido sexual explícito, si decides leer esta parte de la historia que sea bajo tu propio criterio y responsabilidad, dicho esto ¡que lo disfruten!
~•~¿Saben? Nunca creí que al fin llegaría a ver completamente desnudo a Alejandro, siempre pasa algo y nos interrumpen o algo así pero por fin lo haría, Dios era como un sueño, lo sé suena ridículo pero así es y ahora que lo tengo enfrente no puedo dejar de mirar cada parte de él, no me mal interpreten, ¡pero todo eso es para mi! Gracias Dios. Es perfecto, nunca vi un cuerpo tan estupendo en mi vida, mordí mi labio inferior y lo miré.
–¿qué esperas? ¿La invitación?– y dicho esto reí bajo y me abalancé sobre él quedando con mis brazos alrededor de su cuello. Puse mis piernas alrededor de su cintura y nos besamos desenfrenadamente mientras nos dirigíamos torpemente entre tropezones a la cama. Él quedó sobre mi con los brazos a cada lado de cabeza sosteniéndose para no aplastarme, dejaba pequeñas mordidas y lamidas por todo mi cuerpo, era una sensación muy agradable que me encantaría seguir experimentando siguió con lo que hacía pero en eso se detuvo justo en mi costado donde se encuentran mis costillas y me miró raro.
–¿pasa algo?– pregunté respirando con dificultad tratando de recuperar el aliento.
–¿siempre has tenido ese tatuaje ahí?– preguntó mirando expectante y pasando sus dedos por cada letra del tatuaje.
–si, ¿no lo habías notado?– lo mire raro. ¿Que no me había visto ya desnuda? ¿O es que siempre está tan "concentrado" que no lo había notado?
–para ser sincero no, y tampoco se porque no lo he visto antes pero se ve realmente muy sexy– y dicho eso, me apretó tan fuerte las caderas que estoy segura que quedarán marcas. Me encanta que sea tan posesivo y agresivo en este tipo de situaciones, no lo se le da como más intensidad y es como más divertido. Luego sentí su mano rozar mi intimidad causándome escalofríos pero se sentía demasiado bien. Seguido, introdujo dos dedos haciéndome torcer bajo su tacto torturándome. Era tan sexy escucharlo gemir, es tan satisfactorio escucharlo, ¡Dios santo no resisto más esta tortura!
–vamos Alejandro...¿qué esperas? Hazme tuya– hable en su oído entre jadeos desesperada, mientras agarraba su cabello entre mis dedos y tiraba de el, demonios necesitaba tanto esto.
–y como a mi me encanta complacerte en todo, como diga mi lady– vi que saco un preservativo del cajón, y estaba dispuesto a ponérselo pero lo detuve, quería intentar algo nuevo que venía pensando hace días atrás. ¿Qué? Siempre pienso en cogerme a este hombre ¿que puedo decir?
–oh descuida cariño, yo lo hago por ti– lo quite de sus manos y lo puse en mi boca, era algo que quería intentar desde hace mucho y de cierto modo me emocionaba bastante. Me miró con intriga sin saber que iba a hacer y al darse cuenta, me dio una enorme sonrisa.
–¿crees que vas a lograrlo?– preguntó mordiendo su labio inferior mientras su pecho subía y bajaba con intensidad.
–¿me estás subestimando?– pregunté con ironía y luego de eso comencé con ponerme el preservativo en la boca, lo mire y con mi mano lo tome, se sentía tan duro y tan firme que solo tocarlo me excitaba aún más. Acerque mis labios con el preservativo y no sé cómo logré tomarlo todo pero fue lo más malditamente excitante que he hecho alguna vez.
–vaya– dijo sutilmente mientras me tomaba y ponía de vuelta en la cama. Estuve a punto de responder a su pregunta pero no me dejo, solo sentí como me dio vuelta bruscamente y me coloco en el borde de la cama, con una de sus manos sostuvo las dos sobre mi espalda y separo mis piernas dejando mi intimidad expuesta. Con su mano libre apretó mi cintura y sin más entro en mi sin cuidado ni piedad alguna. Solté un grito y libero un gemido de satisfacción que fue totalmente más excitante aún.
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Mi Secuestrador©
RomanceMelanie es una chica de 23 años, no es la típica chica popular de la universidad, no tiene una vida de lujos ni mucho menos una vida fácil, su vida era todo lo contrario llegando a ser casi miserable. Hasta que un hombre decide secuestrarla por mero...