Capítulo 26

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Alejandro

...7 años atrás...

Me encontraba en una discoteca muy fancy para mi gusto junto a Francis, necesitaba despejar un poco mi mente esta noche, pero al parecer no lo estaba logrando. Es increíble como apenas tengo 19 años y tengo tantos problemas encima, ya van cuatro años de aquel fatídico momento en que Harold me quito lo que más Preciado que tenía y lo más que quería, mi familia, me estoy haciendo cargo de la empresa de mi padre y de sus "negocios" y es tanta presión para mi. Se suponía que con 19 años estuviera en la universidad viviendo una nueva experiencia de vida y ligando con chicas, sin embargo aquí estoy distribuyendo drogas a todo el mundo y matando personas ¿que cosas no?

–¿qué tanto piensas hermano? Estamos en una discoteca con muchas chicas lindas ¡anda y diviértete!– me animó ¿ya estoy aquí no? Que más pues.

–bueno, pero si quieres ve tú yo me tomaré esto y saldré a fumar un cigarrillo ¿va?– dije tomando mi trago.

–vale– hablo Francis yendo a la pista de baile en busca de una chica, y vaya que es veloz pues ya está con una de cabello corto. Por mi parte tome mi trago y salí del establecimiento a fumarme mi cigarrillo, creo que debería dejarlo pero en fin.

En eso me quedé viendo a las personas que entraban en el local, pero una chica en particular llamo mi atención por completo, traía un diminuto vestido azul navy que se le miraba muy bien aunque tuviera pocas curvas, seguro tiene unos 16 o 17  años pero era jodidamente hermosa y venia con otra chica que si dejaba muy poco a la imaginación. Las vi entrar y por mi parte seguí fumando mi cigarrillo hasta terminarlo y volví a entrar. Estaba muy aburrido y la verdad es que quería irme ya a mi casa, busqué a Francis con la mirada pero ya no lo veía seguro ya se enganchó con alguien. A lo lejos divisé a la chica que había visto antes en una de las zonas VIP ¿y si me acerco y le hablo?

Cuando me decidí y opté por un "¿y porque no?" Vi que un chico quizá dos o tres años mayor que yo se le acercó como si fuese su presa y se la llevo a la pista de baile. No se porque algo en ese tipo no me inspira confianza, y no conozco a la chica pero se ve totalmente indefensa. ¡Genial Francis volvió!

–oye amigo, me iré a casa a descansar mañana tengo una entrega importante ¿vienes o que?–

–yo digo que o que amigo, anda vete si es lo que quieres yo en un rato paso a tu casa–

–hermano no te excedas con la bebida ¿está claro?– dije con tono autoritario.

–está bien, de todos modos iré a tu casa y verás que no tome mucho ¡nos vemos al rato!– dijo y se fue bailando y saltando, así es él. Por mi parte eche un vistazo a ver si lograba ver a la chica de grandes ojos verdes pero no la vi más, así que creo que ya me voy. Realmente me hubiese gustado obtener su número, pero bueno. Salí de la discoteca a mi auto pero algo me detuvo y era que el mismo hombre de hace rato llevaba a la linda chica de ojos verdes a rastras literalmente y la subió en su auto. Emprendieron marcha y no se porque pero decidí seguirlos.

Llevaba unos 20 minutos de camino y había aparcado frente a un edificio, guarde distancia para que no notaran mi presencia y traté de ver lo que pasaba aunque casi no veía nada. Logré ver que la bajo del auto pero no sabía bien qué pasaba, desde aquí no lograba escuchar bien. Me acerque un poco más y lo que vi me hirvió la sangre.

–¿a qué te encanto zorrita?– decía el muy desgraciado mientras la chica lloraba, traía su lindo vestido todo hecho mierda y sus partes íntimas se veían en plena calle, este tipo no merece el perdón del mismísimo Cristo en persona. Aún no me metí, pero estoy a punto de explotar.

Mi Secuestrador©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora