Capitulo 37

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Advertencia ⚠️
Es probable que este capitulo pueda tener contenido sexual explícito, si decides leer esta parte de la historia que sea bajo tu propio criterio y responsabilidad, dicho esto ¡que lo disfruten!
~•~

Y al fin el día llego. Volveríamos a ver a los niños y a los chicos. Me encuentro abordando el avión junto con Alejandro que iba a dejarnos en Londres, debíamos arreglar varias cosas en cuanto lleguemos allá. Según Leonardo la empresa a tenido un buen auge estos dos años. El personal creció e incluso tuvieron que comprar el edificio contiguo para seguir instalando oficinas y estudios.

...horas más tarde...

Aterrizamos un rato después y de ahí partimos a uno de los penthouse que Alejandro tiene en la ciudad, debíamos quedarnos acá porque teníamos la empresa cerca y todo al alcance. Aunque si preferiría estar allá lejos de toda esta gente.

–oh, hogar dulce hogar– dijo Alejandro tirandose en uno de los sofás que estaban ahí. Todo lucia genial, parecía como si nunca nos fuimos de este lugar y ya van dos años. Digo el último tiempo que estuvimos acá tuvimos que mudarnos aquí porque la casa estaba bajo remodelación más los problemas con la empresa, que gracias a Dios ya se solucionaron. Fui camino a la terraza y sentí una oleada de aire frío, ya estamos cerca de las épocas festivas por lo que hacia frió acá y bueno en Grecia igual hacia frío.

–no creí que extrañaría tanto este lugar– hablé mientras respiraba todo ese aire fresco.

–creo lo mismo, estamos de vuelta y ya no iremos a ninguna parte– beso mi mejilla y me abrazo por la espalda, en eso se escuchó el timbre. Alejandro fue, era el recepcionista decía que había visita. Luego de unos minutos Milena y mi padre se encontraban reunidos con nosotros en la sala de estar, estaban preocupados.

–...está noticia sabes?– termino de hablar mi padre.

–¿no estaba muerta? Es lo que me dijeron, por eso volví, mi deber era mantener a Melanie a salvo y ahora resulta que entramos en la boca del lobo– habló muy enojado, hace mucho tiempo no lo veía así de enojado.

–tengo gente en eso, tranquilo– habló mi padre calmándolo.

–solo asegúrate de que haya mucha gente de seguridad mañana en mi casa, será la fiesta de cumpleaños de mis sobrinos o sea habrán niños allí y toda la familia así qué hay que estar atentos– se puso de pie para estrechar la mano de mi padre y retirarse a la habitación.

–padre...– lo mire preocupada –¿no es más seguro que se haga lo de los niños en otra parte?– luego mire a Milena y negó.

–cariño si algo aprendimos de todo esto es que mantenerse en un lugar que conoces es mejor que tentar a la suerte en lugares desconocidos– habló Milena poniendo su mano en mi mejilla. Es tan sabia.

–creo que al final si tienes razón– dije pensando un poco.

–la tengo cielo, bueno iré a esperar en el auto Miguel. Los muchachos deben estar cansados– dijo y se despidió de mi –no te preocupes por nada cielo

–bueno mi niña ya nos vamos, no te preocupes todos van a estar seguros allá– habló para seguido depositar un beso en mi frente e irse del departamento.

No se explicar mis sentimientos en este momento. Siento tanta impotencia, ¿porque no nos dejan ser felices? ¿Porque tanto odio alimenta a las personas sin razón? Tanto Alejandro como yo hemos sufrido demasiado y no merecemos esto. Merecemos ser felices y ahora que nos tenemos, que podemos serlo, resulta que una maniática nos sigue y nos acosa solo porque le da la gana. No es justo para ninguno de los dos. Ahora tampoco puedo hacer su mayor anhelo realidad, y todo porque según doctores no puedo tener hijos y todo esto me hace sentir tan impotente. Yo solo quiero ser feliz junto al hombre que amo y esperar que un milagro suceda conmigo y algún día poder crear esa familia que tanto anhelamos.

Mi Secuestrador©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora