CAPITULO 28

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— Piedra, papel o tijera — Mark eligió piedra y su hermana una tijera, el mayor ganó al instante, esto hizo que el de dieciséis años gritara victorioso.

— Otra vez — pidió.

— Lo lamento, pero apuestas son apuestas — no tuvo más remedio que darle sus galletas mientras se resbalaba en el asiento y observaba como se las comía con una sonrisa socarrona.

— No sabes cuánto te odio en este momento

— Soy tu hermano, no puedes odiarme

— ¿Y quién dijo que no puedo?

— Está bien, hago una tregua — coloca su mano en su corazón — Cada uno se queda con la mitad de la bolsa, por partes iguales

— Trato hecho — contó las galletas — Ay por favor, Mark

— Dijimos en partes iguales — se dio cuenta que sobraba una — Oh, solo es una la que no debe de ir aquí — la galleta le fue arrebatada por el mayor

— Entonces esto es para el abuelo — dicho esto se la comió.

— ¿A dónde vamos?

— Ya les dije que a Gales

— ¿Tan lejos? — se quejan.

— Por eso estamos usando el tren, llega más rápido que un carruaje, a lo mucho tardaríamos en llegar a las 5

— ¿Por eso nos hicieron levantarnos temprano?

— Descuiden, por eso tenemos una casa cerca

— Lo malo es que yo no voy a estar ahí

— Descuida, cariño, he escuchado que Pembrokeshire tiene unas hermosas playas — deja de tejer.

— Pero no sé nadar

— Oh, entonces deberíamos de enseñarte pronto — ríe debido a la confusión.

— ¿Por qué estás tejiendo en este caluroso día?

— Ya se acerca el frio y debemos de estar alerta, además siempre baja la temperatura en la casa de campo

— Oh, es razón — recordó.

— Tengo sueño — murmura mirando la ventana, observando lo muy lejos que ya estaban de casa.

— Puedes dormir un rato, tardaremos en llegar

— ¿Quieres que te de una manta?

— No, abuela, solo quiero dormir — sonríe y luego se acomoda en el asiento para luego recargar parte de su rostro en la ventana.

— Mejor apóyate aquí — la jala para que cayera en su hombro — Solo no vayas a babearme

— Guarda silencio — ríe con algo de sueño y por fin se queda dormida, aprovechando su ausencia ya que estaba en el mundo de los sueños, por fin el castaño se atrevió a iniciar una seria conversación con el general.

— ¿Crees que sea buena idea mandarla?

— No lo sé, después de lo que pasó, confío plenamente en el conde en que puede protegerla y, además, en sus decisiones, creo que fue estúpido de mi parte en no hacerlo

— Todavía no me convence ese dichoso Phantomhive

— Pues tendrás que hacerlo, la vida de tu hermana está en sus manos

— Eso es lo que me preocupa — suspira para acariciar la cabeza de Mack.

— No te preocupes, querido — irrumpe la mujer — Todo el linaje Phantomhive siempre ha cumplido al pie de la letra su trabajo, así que, si ese niño tiene la sangre de su familia, puede hacerlo

Innocent Soul: La Belleza De Un Alma Pura  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora