CAPITULO 16

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Se despertó por el ruido, tenía aún sus ojos cerrados y se mente seguía en su quinto sueño, no podría distinguir a su alrededor; tallando sus ojos comenzó a abrirlos mientras parpadeaba para notar que no estaba en su habitación, se cubrió con la sábana blanca debido al frío que sentía mientras comenzaba a analizar la situación.

— Buenos días, querida — saluda Margaret animada a la vez que continuaba cocinando.

— Buenos días — su voz se notaba cansada y aún con sueño, al ver que estaba cocinando se levanta — Anoche dije que te ayudaría y lo voy a cumplir — bosteza.

— Oh, muchas gracias; pero, parece que tienes sueño

— Es que no dormí mucho

— ¿Por?

— Es que la cama...

— ¿Sí? — comenzó a cortar patatas.

— Dijiste que tenía polvo, pero me hizo estornudar bastante

— Lo siento, al parecer no limpie muy bien

— Descuida, no pasa nada, siempre quise acostarme tarde

— Veo que tus padres tienen un horario estricto para dormir — comenzó a hervir las patatas y a la vez freír el tocino.

— Y lo tienen, mi madre nos dice que, si no nos dormimos temprano, cuando seamos adultos nos va a afectar con problemas.

— Tu madre sí que es sabía, — ríe — ¿Podrías pasarme los platos?

— Claro — comenzó a buscar hasta llegar al estante, subir con ayuda de una silla para alcanzar la vajilla — ¿Cuánto tiempo llevan casados tu y Jerry?

— Desde que teníamos 16 años — confiesa alegre.

— ¿Tan chicos?

— Así es, mi padre ese día nos persiguió hasta el barco; mi familia nunca ha aceptado nuestro matrimonio porque pensaron que él no me convenía al ser pirata

— Creo que es injusto eso, si se aman eso es suficiente — dejó el conjunto de platos en la mesa pequeña que estaba a su lado.

— A veces la vida es así, existen los prejuicios — suspira — ¿Sabes?, yo pertenencia a una familia noble

— ¿En serio?

— Mi padre era un barón, no era un título superior como el de conde o un marqués, pero vivíamos una vida de lujos y cómoda — se aseguraba de vez en cuando que las patatas estaban suaves — Era la menor de tres hermanas, las mayores se casaron y solo faltaba yo, un día que el señor Seal vino a la ciudad conocí a Jerry, me trató diferente a los demás y salía de la rutina aburrida de ser una señorita de sociedad, el aprender modales, usar el abanico correctamente y el tener que ponerme ese maldito corsé. — Mackenzie soltó una risa por lo último — Tal vez Jerry no era un caballero o un príncipe, pero terminó por conquistarme

— ¿Qué se siente estar enamorada?

— No te voy a mentir, los primeros amores duelen, pero después te acostumbras — comienza a contar.

— ¿Por qué duelen?

— Porque es parte de nuestra vida como personas, es una bienvenida al mundo de la mujer — finaliza de preparar la comida — Algún día lo vas a entender — se acomoda su mandil — Bien, ¿Podrías llevar la comida a los demás?

Asiente para tomar los platos con comida, con mucho cuidado de no hacerlos caer, al abrir la puerta vio las mesas ya puestas y a los demás que se encontraban sentados esperando la comida; comenzando a repartir los platos con ayuda de la mujer adulta hasta llegar al último hombre.

Innocent Soul: La Belleza De Un Alma Pura  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora