CAPITULO 49

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Debido a que los duques tuvieron que salir por problemas fiscales en cuanto a los impuestos, el general y su mujer decidieron ayudarles a cuidar a los niños, después de unas insistencias de su hijo de que la servidumbre los cuidaría; sin embargo, Dereck había dicho que era suficiente trabajo para los demás y además, querían pasar tiempo con sus nietos.

Y claro que los menores estaban más que contentos con su visita, más Mark, debido a que su abuelo le podría a ayudar a mejorar en su esgrima, o bueno, a ambos, de no ser que su hermana le gustaba estar más con su abuela pues ambas compartían el gusto por la literatura y el bordado.

— ¿Qué tal si nos acompañas, Mackezie?, que hace mucho que no entrenas

— Es mejor que mi hermano entrene

— Hagamos esto, si te unes y me ganan, les daré dinero

— ¿De cuánto estamos hablando? — comienza a limpiar su espada.

— De diecinueve

— Tentador — mira a su hermana — ¿Tú qué opinas?

— La oferta es aceptable — se encoge de hombros — Pero, queremos treinta y nueve para cada uno, es eso o ninguno entra

— Ustedes dos — niega — Son iguales a su padre a la hora de hacer negocios

— Somos Dakworth, no vamos a pisar sobre vidrios estando descalzos — destaca el joven de cabellera marrón.

— Si es así — le apunta con su arma — Deberíamos de probarlo, si son verdaderos Dankworth podrán derrotar a este débil anciano

El de dieciséis años miró a su hermana quien también tomó su espada para luego de eso sonreírle de lado, ocasionando que él diera el primer casi golpe puesto que el general lo detuvo a tiempo y así pudo empezar la batalla mientras la mujer mayor observaba desde su asiento cómodamente.

Mackenzie atacó desde atrás; gracias a los reflejos de su abuelo pudo esquivarlo y darle un golpe recto, restándole puntos a ella, algo que le molestó y no solo a Mark también, no iba a permitir que derrotaran a su hermana.

Así fue como usó un ataque simple siendo un pase, obteniendo puntos, luego de obtener una distancia considerada sin bajar las espadas, ambos hermanos se miraron, irían a por Dereck a la vez, así que coordinados comenzando a atacarlos, cada uno tratando de darle un golpe, dándole una digna batalla que incluso el hombre sintió que iba a perder porque al ser él el entrenador de sus nietos era obvio que les había enseñado cada técnica y hasta parecían saber qué movimientos haría, pues trató de huir pero el joven lo detuvo aprisionándolo.

— ¿Piensas huir de una batalla contra tus nietos?

— Soy un Dankworth, los Dankworth nunca escabullimos o nos rendimos — le hizo frente para comenzar una pelea ahora con Mark y también con la castaña rojiza que estaba justo a la derecha, usando solo su poderosa derecha para darle batalla a las espadas de ambos, un verdadero duelo de espadas que incluso Lauren dejó el bordado para prestar atención un poco, ganándole a Mark al lanzar su espada fácilmente a un rango de cinco metros — Muy ingeniosos — suspira y ahora una pelea con ella, que esquivaba cada ataque con una gran habilidad — Pero, les recuerdo que soy veterano en esto — golpea sus piernas para que cayera al suelo y suelta una risa al ser el ganador — Olvídenlo niños, nunca van a poder conmigo

— Algún día de estos te vamos a dar una paliza — le advierte Mark yendo a recoger su espada — Ya verás

— En unos años quizás, porque se van a aprovechar de la avanzada ancianidad de su abuelito — ayuda a ponerse de pie a la menor quien sonríe para luego retirarse un poco el barro del vestido.

Innocent Soul: La Belleza De Un Alma Pura  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora