CAPITULO 72

97 8 20
                                    


Colocó el heno de los conejos en el comedero, todos salieron de la casa de inmediato al escuchar la comida para abalanzarse y empezar a comer, incluso trataba de que no chocaran con sus piernas y la hicieran caer al suelo.

Cerró la jaula para seguir su camino, el estruendoso rechinido de sus botas se escuchaba, más con los charcos de agua ocasionados por el señor Carl, que regaba los hermosos árboles que había podado el día de anterior.

Hoy era el día del baile, sería el fin de la temporada, por algo su alteza había decidido usar esa fecha del sábado para culminar con algo estupendo, dándole una última oportunidad a los que habían perdido la esperanza de encontrar una pareja apropiada este año.

Hoy solo era la última oportunidad para todos los que asistirán.

Alrededor de las cuatro empezó el ritual de belleza, el arduo trabajo de algunas sirvientas para ayudarlas a arreglarse a las damas de la casa estaba comenzando. Tener que realizar rizos perfectos a la señora de la casa, rizos marcados en el peinado, la sorprendente figura que tenía aún con el corsé puesto y sobre todo, la sumamente agradable fragancia a vainilla debido al perfume en el que se había bañado anteriormente.

Ni qué decir de lo que pasaba dentro de la habitacion de Mackenzie, estaban vueltas locas con el vestido, era simplemente precioso, de un tono dorado con blanco, con piedras preciosas colocadas perfectamente en su lugar, sin llegar a ser excesivo. Parecía toda una princesa. Su cabello fue atado en un rodete, donde se colocó un accesorio dorado con diamantes para complementar el conjunto.

El maquillaje fue discreto, solo pidió darle color a sus labios y mejillas, un tono coral para sus mejillas y sus labios siendo cuidadosamente maquillados con colorete líquido vegetal de rosa, dándole un aspecto colorido.

De nuevo, mirando hacia el espejo, ante el resultado, se veía preciosa y lo sabía, no para de admirar su rostro y lo bien que le favorecía el vestido. Iba a disfrutar de la noche a como diera lugar.

Incluso cuando bajó por las escaleras a la par junto a su hermano, fueron ovacionados por su padre quien estaba contento con el resultado. Mark tenía un traje completo de los mismos tonos, incluso en los hombros tenìa bordado con hilos dorados, le acentuaba demasiado bien, incluso con el cabello peinado hacia atrás.

— Se ven magníficos

— El color les queda bien, incluso combina bien con su apellido, les da esa aura de un verdadero Danwkorth

— Bueno, ¿por qué debemos de irnos tan temprano?

— Porque la reina quiere hacer una entrada triunfal para todos nosotros, en especial para tí, solo quiero recordarte que debes de comportarte y convivas tanto con las damas como los caballeros, relacionarte con ellos te va convenir tanto en amistad como en próximos negocios.

— Sí, padre, lo haré

— Mackenzie, sé que no habrá chicos de tu edad, por lo que será difícil para ti tener que convivir; sin embargo, espero que disfrutes de la fiesta de todos modos

— Lo haré

— Querida, ¿qué acaso no iba a asistir la señorita Midfford?, la adorable jovencita con la que ha estado saliendo nuestra hija

— Oh — miró de reojo a Mackenzie, tratando de no incomodarla y de darle una buena explicación a su marido sin tener que exponerla.

— Creo que va a asistir, ella no pierde la oportunidad de asistir. Pensaba que asistiría Gia; sin embargo, su prometido no tiene el título nobiliario de vizconde todavía como para asistir.

— De todas maneras, aún tienes a tu otra amiga, puedes conversar con ella si es lo que deseas

— Parece que si lo haré

Innocent Soul: La Belleza De Un Alma Pura  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora