Mudanza

69 11 1
                                    

Su sorpresa fue grande cuando el departamento al qué llegaron era en el centro de la ciudad, con grandes ventanas, y amueblado, y con 4 habitaciones ¿Acaso existían departamentos así en París? No lo podía creer, una vez ayudó a Antoine, en una de las veces que quiso escapar de casa, buscaron departamentos accesibles, y realmente todos eran bastante pequeños y no muy accesibles (menos para un estudiante de preparatoria). Y eran de dimensiones diminutas en las que ni siquiera podían tener baño propio.

-¡Mamá, es imposible que vivamos en este lugar! ¿¡A cuanto esta la renta!? ¡Ni siquiera creo que podamos costear una noche en este lugar!- Las preguntas y reclamos salieron de los labios de Luka sin miramientos, mirando atónito el lugar.- ¡No podemos pagar esto!

-¡Basta, Luka!- Lo regañó Anarka dejando una caja en el piso y poniéndose frente a su hijo mayor.- ¡Te dije que cobré algunos favores!

-¡Pues lo que te hayan pagado no va a durar mucho si vivimos aquí!

Luka no era un tacaño pero si podían ahorrarse molestias como vivir en un departamento qué no estaba ni en sus sueños de presupuesto elevado, evitaba gastar cosas excesivas y sin necesidad.

-¡Luka!- Anarka suspiró e hizo sentar a su hijo de mechas azules mientras Juleka y Rosita se iban a esconder con el pretexto de ver el estudio.-Hijo, escuchame bien, esto es un favor qué me hizo un conocido.

-Mamá... No quiero que le debas dinero a la gente por esto, estábamos bien en el barco.

-Escuchame, Luka.- dijo ella mientras tomaba las manos de su hijo.- No vamos a pagar renta, al menos, no lo que deberíamos pagar por un departamento como este, si no, algo muy reducido.

-¿Pero que persona a la que no le falte el dinero aceptaría ese trato tan raro?

-Una persona tan rara y estrafalaria qué prefiere vivir en un hotel que en el departamento qué compró por impulso al no tener en qué gastar su dinero.- Suspiró con pesadez.

-Yo deseo.- dijo Luka por lo bajo.- ¿Puedo preguntar quien es esa persona? Al menos por si me lo encuentro agradecerle.

Anarka sonrió mientras se mordía los labios con diversión.

-En realidad esa persona rara y extravagante es ni más ni menos que tu artista favorito.- Ella sonrió torcidamente. Luka estaba esperando a que le dijera porque no le gustaba las respuestas ambiguas. Tampoco analizó mucho lo que había dicho su mamá. - Jagged Stone.

-¿¡QUÉ!?- Luka no podía creerlo ¿¡Jagged vivía en el hotel más lujoso de París teniendo ese departamento!? ¿¡Acaso los ricos eran así!?- Estás jugando ¿No es así, mamá? Tienes otros amigos en el ámbito, además qué a ti no te cae bien Jagged Stone ¿¡Cómo vamos a vivir en su departamento!?

-¡Cariño! ¿Olvidas lo asombrosa qué es tu mamá? Ese tonto me debía favores por sus malas decisiones cuando fuimos un dúo así que le estoy cobrando aquello, además él no lo usa porque es muy perezoso para hacer cualquier cosa que tenga que ver con mudanza, y ama la atención que le dan en el hotel, no hay problema con ello.

Luka estaba en shock. Sinceramente no sabía porque se sorprendía si su mamá era bastante impredecible, aunque nunca pensó que de algún modo haría las paces con su jurado enemigo, y menos que viviria en un lugar que le pertenecía a él. Luka también se puso a pensar que a pesar de que ella le tenía cierto resentimientos a Jagged Stone aún dejó qué sus hijos lo tomaran como su artista favorito, también pensó que tal vez fue influencia de su papá.

-Hijo, no te pierdas.- le dijo Anarka sonriendo.- No sé que piensa esa cabezota tuya pero recuerda que esto lo hago por los tres, siempre voy a querer lo mejor para mis dos grandes melodías. Y si hay un beneficio extra mejor.

La Melodía en mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora