¿Qué está pasando?

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Luka tocaba la guitarra con emoción, los ojos cerrados y lo que salía de su corazón salía. No la melodía de su alma, claramente pero la felicidad que hay en él era incontrolable. Marinette le había dado carta abierta en conquistarla, en su cumpleaños básicamente le había pedido que la besara y estuvo a punto de hacerlo.

Era una lástima y un alivio que el señor Tom Dupain los haya interrumpido. Una lástima porque ¿Cuántas oportunidades había tenido de estar así de cerca del corazón de Marinette? Un alivio porque así no tendría que pensar en que era para Marinette. Él obviamente le hubiera pedido que fueran pareja pero vamos... ¿Ella aceptaría aquello? No estaba seguro que ella dijera "Sí".

Suspiró.

Habían pasado unas semanas de ello. El primo de Marinette había entrado al François Dupont y estaba en su grupo, al parecer tenían la misma edad. Era reservado y realmente no hablaba mucho, pero era muy inteligente, respondía con agilidad las preguntas de los profesores.

Giselle y él lo miraban de vez en cuando en clase.

—El primo de Marinette a veces me da miedo.— le dijo la pelirrojas mientras jugaba con su cabello, lo peinaba una y otra vez con los dedos, eso es lo que hacía cada que estaba nerviosa. Él hizo una mueca casi imperceptible.— A veces se te queda viendo mucho rato.

—Creo que piensa que estoy saliendo con ella o algo así.— dijo Luka restándole importancia pero también había notado aquellas acciones del chico.

Su melodía era misteriosa y no podía descifrarla muy bien. Era algo que le ponía de nervios, él siempre descifraba las melodías, siempre, él había aprendido a hacerlo, pero con él y con el señor Gao no había podido. Liu Zhang era extraño, siempre reservado.

A veces en el receso lo veía hablar con Marinette, siempre serio, y el lenguaje corporal de Mari siempre era incómodo o un poco tenso, terminaba frunciendo el ceño y llendose a alguna otra parte.

Ese receso no fue diferente, así que le dijo a Antoine y Belmont que los alcanzaría en un segundo en la cafetería. Ellos le guiñaron el ojo, aunque Antoine había estado algo distante, lo apoyaba incondicionalmente. Les sonrió y fue a por Marinette.

Estaba escribiendo algunas cosas en un cuaderno rosa de puntos blancos. Parecía un diario pero no estaba seguro de ello. Se acercó a ella y para no paracer entrometido sobre lo que escribía, le movió el hombro. Luka se sintió extraño de hacer eso. Se habían vuelto cercanos, pero últimamente ella estaba triste, aunque esta vez ya no era por Adrien o Agami, no. Era otra cosa.

—¿Te sientes bien, Ma-Ma-Marinette?— le preguntó sentándose a su lado. Ella cerró lentamente la libreta y lo abrazó.

Él se sorprendió por el cambio rápido pero le devolvió el abrazo. Ella lo abrazaba fuertemente y él no sabía porque pero sentía que algo iba mal con ella.

¿Qué estaba pasando?

—Luka, gracias por estar conmigo.— le dijo separandose de él y tomando sus manos.

Estaría emocionado si tan sólo la melodía de la chica no se escuchara preocupada y triste.

—Siempre voy a estar a tu lado, Marinette.— dijo él mirándola confundido.

Ella asintió y le sonrió mientras acariciaba su mejilla, Luka se sintió feliz momentáneamente pero al verla pararse en irse sin decir nada lo dejó más desconcertado de lo que ya estaba. Se le quedó viendo hasta que una voz interrumpió el hilo de pensamientos sobre que estaría pasando Marinette en esos momentos.

—Está en una situación complicada.— escuchó por primera vez la voz tranquila del tibetano, se sorprendió y lo miró con ojos sorprendidos.— Es lo único que te puedo y quiero decir.

La Melodía en mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora