Pensamientos y más

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Estaba pensando en la melodía de Marinette, era realmente bonita y tenía un toque dulce y suave ¿Cómo es que no había melodía como la suya? Lo había encantado desde el primer momento, lo supo enseguida pero se había negado al principio, era amiga de Juleka, una de las mejores.

Suspiró mientras rasgaba suavemente las cuerdas de su guitarra. Su madre estaba cerca, escuchaba la melodía enérgica y alegre, con un poco de melancolía de Anarka Couffaine.

Cerró los ojos, la noche caía por París, estaba todo tranquilo, últimamente tenía una creciente ansiedad desde el ataque del akuma.

Debía mejorar su condición física, no podía ser que casi caía en manos de un akuma y tampoco sabía si el Lucky Charm podría curar sus heridas. No sabía absolutamente nada. Hizo presión demás en las cuerdas desgastadas de su guitarra y una de ellas se reventó.

Suspiró recordando las palabras de su padre "Si quieres algo, cuida de él" amaba a su guitarra pero últimamente la había dejado abandonada. Últimamente estaba muy ocupado con los trabajos. Ya había reunido al menos la mitad de dinero que necesitaría para dos años de carrera, suspiró intranquilo, le faltaba menos de un año para la universidad y eran 6 años, sin una beca estaba perdido.

También había algo que le molestaba, su condición física no era la mejor ni de lejos, recordó cuando usó el traje de Viperion, todo era tan fácil, saltar, escalar, correr. Pero sólo era un chico normal enamorado de una chica increíble.

Sabía que no debía menospreciarse pero lo hacía. Lo hacía desde que se dió cuenta del tipo de persona que era cuando iba en secundaria, cuando jugaba con los sentimientos de las chicas. Sí, había cambiado pero era un reclamo constante de su subconsciente que el karma por eso los castigaba sin el amor de las chicas que quería. Marinette le había dado señales de quererlo, claro, como amigo y tal vez algo más pero... ¿En serio más que eso con él? ¿Acaso había superado a Adrien que era por lejos una de las personas más perfectas y amables con las que se había topado? ¡Incluso era un super heroes y de los recurrentes! Él no podía competir contra eso.

De repente se sintió deprimido, de nuevo esos pensamientos.

Estaba cansado de ellos, luchar contra ellos y contra no escuchar las melodías era cansado mental y físicamente. Pensó de nuevo en Marinette. Bien, si ella era capaz de soportar una doble vida y demás ¿Porqué él no habría de hacerlo?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su teléfono. Estaba sonando desde hacía un rato, según veía en la pantalla tenía algunas llamadas perdidas.

Marinette.

Se alarmó y se levantó rápidamente contestando la llamada de su musa.

-¿Aló?

-¡Luka! P-pensé que te había pasado algo, no has respondido ni mis mensajes ni llamadas...- empezó Marinette, a él se le calentó el corazón.

-Tranquila Marinette, no me ha pasado nada.

No físicamente.

-Eso me tranquiliza, Luka.- suspiró tranquilamente. -Luk... Estoy afuera de tu casa, t-te vine a ver.

Eso lo hizo sonrojar violentamente por alguna razón, su corazón empezó a latir rápidamente y no podía hacer nada para controlarlo, se cubrió la boca para ocultar la sonrisa de idiota que se había formado en su cara. Se levantó y se encaminó a la popa, su mamá se le quedó viendo con una sonrisa mientras estaba sentada en el suelo rodeada de partituras, su hijo parecía emocionado. Miró al cielo diciendo que su hijo estaba creciendo muy rápido.

Luka trató de no verse tan agitado cuando subió a popa, se quedó tantito en la cabina antes de salir y ver a Marinette un poco sonrojada, iluminada angelicalmente por la luces de París. Se veía hermosa en especial ese día. Llevaba una bolsa de manta rosa con algunos detalles en blanco con la M negra de Marinette en sus manos.

La Melodía en mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora