Un día para ti

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Liu Zhang se fue enseguida y Luka se quedó con Rosita hablando, ella estaba ansiosa porque abriera el regalo que había traído consigo, Luka no entendía porque y también tenía esto de que no era necesario para él que le regalasen cosas, él mismo olvidó su cumpleaños, con que lo felicitaran para él era suficiente.

Sonrió cuando se sentaron y Rosita estaba emocionada mientras Luka cuidadosamente abría la bolsa para ver lo que ella le dió de regalo.

Abrió los ojos y una sonrisa aún más grande salió de sus labios cuando vió lo que ella hizo.

—¡Espero te guste! No sabes las ansias que tenía de dártelo, llevo semanas con él y no podía soportarlo, Juleka me decía que me esperara ¡Pero es que mírala! ¡Es perfecta para ti!— Rosita hablaba con ternura mientras Luka admiraba la nueva chamarra que tenía en sus manos, era de una tela similar a la que él siempre llevaba pero se la entregó a Marinette y supuso que todos notaron que ya no la tenía consigo. Se la entregó para que no tuviera frío pero con todo lo que pasó ese día culminando en el beso que habían compartido ninguno de los dos se acordó de la chamarra.

Era azul, su color preferido, con algunos pequeños detalles en rosa, que tenía un pequeño logo bordado en la zona izquierda con la máscara que usaron para el vídeo que utilizaron del concurso de XY que fue un fraude, por cierto, pero gracias a eso se pudieron hacer más conocidos en la escena musical underground de Paris. Revisó bien la chamarra y se dió cuenta de un leve detalle, una pequeña M, el logo de Marinette.

—Claro que lo notarías.— dijo Rosita mirando a Luka que sonreía sutilmente mientras acariciaba las costuras del pequeño bordado de la máscara de gato unicornio.— Se lo pedí a Marinette unas semanas antes de que se fuera, no conozco a más personas que hagan lo que ella hace.

Luka sonrió.

Realmente Marinette era un tipo de Marie Sue en la vida real. Realmente era muy buena en todo lo que hacía, abrazó a Rosita en agradecimiento.

—Me gusta mucho, gracias princesa.— le dijo sonriendo, se la puso y era bastante cómoda. Sería parte de su conjunto de todos los días. —¿Qué deberíamos hacer? Juleka y mamá salieron, Giselle, Antoine y Belmont no han llamado, parece un poco sospechoso si soy sincero.

Rosita se encogió en hombros.

—Si hacen algo, no estoy enterada, de verás, pero podríamos ver una película y si Juleka viene que se nos una...— habló Rosita seriamente. Luego sus enormes ojitos tristes se iluminaron.— ¡Ya sé! Podríamos ir al parque de atracciones o a la noria! Ohhhh hay tanto por hacer ¡Es tu día libre! ¿Hace cuanto que no tienes uno?

—Me dan días libres todas las semanas...

—Pero no te los tomas ¿O sí?

Luka se la quedó viendo un poco sorprendido, porque Rosita tenía razón. Si tenía un día libre se dedicaba a trabajar o estudiar, incluso cuando estaba con Marinette no podía verla como él quería porque no tenía muchas oportunidades, las perdió el día que se presentó para las universidades y se equivocó garrafalmente enfrente de ellos, por lo que debía trabajar el triple de lo que ya lo hacía. Cerró los ojos derrotado por un momento pero se las arregló para sonreír a la chica rubia a su lado.

—Me encantaría un día para mí.— admitió. Tal vez le hubiera gustado que Marinette estuviera con él pero el hecho de que su amiga Rosita estuviera ahí para él realmente le calentaba el corazón, ella era de las más nobles que solamente podía ser akumatizada si le hacían algo tan feo como lo hizo la Bourgeois al romperle sus esperanzas con Alí (cosa que fue contraproducente porque se acercaron más) o cuando pensó que Adrien los trató muy mal a todos sus amigos. Rosita se levantó del asiento ansiosa y alegre.

La Melodía en mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora