Capítulo 9

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- Estoy buscando esto - dijo Law, y sacó un papel donde había un dibujo.

Era una flor preciosa, de color violeta, era la primera vez que veía una flor así.

- ¿Qué es?

- Dicen que es la flor de la memoria, la persona que la coma podrá volver a recordar el pasado que quiere recordar.

- Entonces... ¿quieres buscar eso para que la coma?

- Así es. Pero no es nada fácil encontrarla. - sacó un mapa de su bolsillo - Esta en el Red Line, a pocos kilómetros de aquí, pero es muy dificil encontrarla.

- ¿En qué isla crece exactamente?

- Aquí. - señaló una isla diminuta no muy lejos de Sabaody.

No estabamos muy lejos de ella, pero aquella isla me sonaba de algo. Nami había dicho algo sobre ella: que era muy difícil encontrarla, ya que siempre se creaban tormentas en torno a la isla. Por eso los marineros se perdían por aquella zona.

- Será muy difícil llegar hasta ahí, ¿por qué simplemente no me cuentas tú mi pasado?

- Porque quiero que lo recuerdes, no quiero contartelo. Sería como contarte el final de una novela, ¿entiendes?

- Esta bien, pero, ¿saben sobre esto Luffy y los demás?

- No. Creen que todavía estás con Ace.

- Pues dame un Den Den Mushi y se los contaré todo. Aunque...

Lo pensé mejor. Si se lo decía a Luffy, estaba claro que él también se uniría a la aventura, siempre estaba buscando problemas. Así que, sería mejor actuar solos.

- Vale, no se lo contaré. - era una de las pocas veces que le mentía a mis nakamas, y no me sentía nada bien - ¿Cuánto tardaremos en hacerlo todo?

- Dos semanas. - dijo Law - He estado planeando esto desde que me enteré de que seguías viva.

- ¿Pensabas que estaba muerta?

- Me lo dijeron, y tuve que creermelo. - miró a la nada durante un buen rató, pero luego se sentó frente a los botones que controlaban el submarino - Manos a la obra.

Me senté a su lado y empezamos a ir hacia la isla, no me hacía mucha ilusión ir en un submarino, era como estar encerrada en una habitación muy pequeña, y además, si la tormenta nos alcanzaba, no me gustaría saber qué pasaría.

- ¿El submarino es seguro?

Law me miró casi a punto de ponerse a reir como nunca, y luego suspiró.

- Tu miedo a los transportes no ha cambiado, ¿eh?

- Pues... no. Siempre le he tenido miedo a los barcos y naves extrañas, supongo que ya lo sabías.

- Es seguro, Janna, tranquilízate. Hasta tal vez sea más seguro que un barco.

No sabía si lo decía para que me relajase o si era cierto, pero había algo en su mirada que confiase en él. Aquella mirada tenía algo especial, aparte de aquellos ojos grisaceos tan bonitos.

Al parecer, ya casi era medianoche ya que cada vez tenía más ganas de dormir. Sólo tenía que darle a unos botones de vez en cuando, y tras estar unos cuantos minutos mirando fijamente al mapa, mis ojos se empezaron a cerrarse por si solos. Y me dormí.

Sentía que alguien me abrazaba muy fuerte, no estaba despierta, notaba que era un sueño, pero no veía nada. Tan solo sentía los brazos de esa persona rodeándome. Pero de repente esa persona desapareció, y sentí una punzada muy dolorosa en el pecho. Sin duda era una espada.

Desperté llena de sudor, en una cama bastante grande al lado de Law. El submarino se movía mucho, y desperté a Law lo más rápido que pude.

- ¡Law! - grité.

Sentí unas lágrimas en mis mejillas, me las quité lo más rápido posible. Aquel sueño no había sido muy agradable.

- ¿Qué pasa? - tenía la voz ronca.

- El submarino se mueve demasiado.

Tras oir aquellas palabras, Law corrió hacia las sala de controles y yo lo seguí.

- Mierda - dijo - Estamos en el centro de la tormenta. Controla el timón.

Era muy difícil controlarlo, estaba muy duro y yo no tenía tanta fuerza, así que tuve que usar un poco de mi poder. Logré crear un viento estable para que moviese el timón.

- Vaya... - dijo Law, sorprendido al ver mi habilidad.

Pudimos escapar de la tormenta fácilmente, y al salir de ella me senté agotada. Law se quedó mirando fijamente a mi pecho.

- ¿Qué pasa? - miré a donde el miraba, y noté que mi camiseta se había manchado de sangre.

- ¿Has vuelto a soñar algo malo?

No quería que se preocupase tanto por mí, así que le mentí diciendole que me corté mientras estaba con el timón, pero no logré convercerlo.

Me quitó la camiseta lentamente, tenía una herida bastante profunda debajo de mis pechos. Aquel momento era muy incómodo para mí, Law empezó a limpiar la herida con un poco de agua. Por lo menos tenía el sujetador puesto.

- Esto te dolerá un poco - dijo, antes de ponerme un liquido extraño en la herida.

Escocía, y mucho. Traté de disimular el dolor, pero no pude evitar gritar un poco.

- Es suficiente - dije, y paró al instante.

- ¿Quieres que se te empeore y mueras al final? - dijo, serio.

- No voy a morir por una herida tan simple.- respondí.

- Bien, entonces, haz lo que quieras.

Parecía mosqueado. En realidad no quería que pasase eso, pero no quería que se preocupase por mí o que me curase una herida tan simple. Me sentía como un estorbo, como si no pintase nada en ese sitio, pero luego recordé nuestra misión.

- ¿Hay comida aquí? - pregunté, pero me ignoró.

Pues si que estaba enfadado. Decidí buscar la cocina por mí misma, abriendo todas la puertas de una en una . Me encontré habitaciones y almacenes, y al final encontré la cocina.Era muy pequeña, pero útil.

No podía usar muchos ingredientes ya que casi todos los cajones estaban vacíos, pero pude cocinar una sopa. Me sobró bastante, así que lo dejé en la mesa.

Fui a la sala de controles, donde estaba Law, muy concentrado mirando el mapa.

- Tienes sopa si quieres.

- No gracias.

- ¿Quieres morirte de hambre?

- Tu has hecho lo mismo con la herida.

En aquel momento yo también estaba mosqueda. Pensé que Law era un cerdo. Cerré la puerta lo más fuerte que pude y me tumbé en una cama. No sabía ni si esa habitación era de Law, pero no me importaba en absoluto. Era libre para dormir donde quisiera.

LOST [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora