Capítulo 28

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Narra Law

El plan había salido mal, no podría haber salido peor. Ni siquiera imaginé que podría haber pasado algo así. Nunca más volvería a ver a Janna. Nunca. El sólo hecho de recordarlo hacía que me enfadase conmigo mismo.

Simplemente quería que Janna conociese a sus padres, y después dejaría que se quedase con ellos dos años. Yo, mientras tanto, tenía que estar con Doflamingo.

Nunca traicionaría a Janna, pero lo había entendido todo mal, y ya era demasiado tarde como para arreglarlo. No podía hacer nada. Estaba en camino a Punk Hazard, para hablar con él.

¿Que por qué estaba yendo allí? Tenía que estar con Doflamingo. Quería que le ayudase a buscar a Janna, pero obviamente, nunca le diría dónde estaba en realidad. Lo único que hacía era que Doflamingo perdiese el tiempo.

Toqué la puerta de su despacho, pero estaba vacío, sólo pude ver una silla en el centro de la sala.

- Siéntate. - era la voz de Doflamingo, estaba delante de la silla. Me senté, y apoyé las manos en ella. - Has llegado muy rápido, ¿dónde estabas?

- Pensé que tal vez Janna estaba en Shabaody con Mugiwara.- dije, lo más serio posible.

- Mentiroso.

Entonces, Doflamingo me tiró al suelo, rompiendo la silla, y mientras estaba intentando levantarme, me puso una especie de esposas en las muñecas. Estaban hechas de Kairouseki, por lo tanto casi no me podía ni mover. Estaba perdido.

- ¡Quita esto! - grité.

- No tengo mucho tiempo, Law, así que voy a ir al grano. - me miró fijamente a los ojos, a escasos centímetros de mí - Dime dónde está Janna, y te soltaré.

- Eso nunca.

- Así que la has visto... - negué con la cabeza - Entonces, ¿por qué la defiendes? - al ver que no respondía, sacó un botecito de cristal de su bolsillo. - ¿Ves esto?

Tenía un líquido azul dentro, no cabía duda: era otra medicina de Caesar, una que no conocía.

- Si no quieres que Janna salga herida, simplemente dime dónde está, así de fácil.

Intenté mover las manos, arrancarme las esposas, pero no podía, ni siquiera podía pensar en ese instante. Mi cerebro sólo estaba enfocado en Janna, y salir de ese maldito lugar. Doflamingo se acercó a mí, y usó su poder para que me bebiese el líquido. Intenté no hacerlo, pero era imposible. No podía controlar mi cuerpo.

- ¿Dónde está Janna? - preguntó, una vez más.

- En la isla en que nació, Orange. - al salir esas palabras de mi boca, grité - ¿¡Qué era ése líquido?!

- Una ayuda para que me des toda la información. Has sido muy útil Law, y todavía lo serás.

Doflamingo salió de la sala riéndose muy fuerte, y me dejó sólo, en el suelo. Después de tantos años ocultando el verdadero paradero de Janna, lo había descubierto, y la usaría para cualquier cosa.

- Sabes para qué necesito a Janna, ¿verdad?- era la voz de Doflamingo, por un altavoz. - Con su poder podemos destruir cualquier isla, cualquier país, hasta todo el mundo. Ella no es consciente del poder que tiene frente a sus manos.

Una pantalla salió de la pared, y en ella aparecía Janna, en el césped, acariciando la pequeña cabeza de un pájaro.

- Es una ingenua. No es consciente de lo que está a punto de pasar. - siguió hablando, riéndose de una forma asquerosa - Una lástima que yo no pueda asistir, pero lo podrás verlo todo tú mismo. Vas a ser tú el que va a traerme a Janna.

LOST [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora