Nos faltaban al rededor de cinco horas para llegar a la isla, y empezó a sonar el Den Den Mushi de Law. Lo cogió y se fue a su habitación a hablar. El día anterior hizo lo mismo. Le pregunté quién era, pero no me lo quería decir.
Caminé lo menos ruidosa posible a su habitación, y apoyé mi oreja sobre la puerta. Pude oír a Law, pero no distinguía la otra voz, aunque me sonaba.
- Estaré ahí dentro de dos días. - dijo Law. - No la he encontrado todavía.
- Tienes que encontrarla lo más rápido posible.
Pude reconocer la voz. No me lo podía creer. Era Doflamingo. ¿Qué hacía Law hablando con él? Se suponía que él era el enemigo. No entendía nada. Mil teorías rondaban en mi cabeza.
Law me había mentido. Me había estado mintiendo todo ese tiempo. Ni siquiera me había dado cuenta. Al parecer, era el mejor actor del mundo. No quería pensar que todo lo que me había dicho era mentira. Pero lo era. Law era un mentiroso, había planeado todo. Seguro que me iba a entregar a Doflamingo. Tenía que salir del submarino lo más rápido posible. Pero eso era imposible. No podía nadar.
Otra parte de mí decía que confiase en él. Pero estaba demasiado confundida como para creerle.
Ni siquiera oí nada más. Me fui a mi habitación, saqué todas mis cosas importantes: una brújula, el frasco con recuerdos, una linterna, una espada, el mapa de la isla y mi Den Den Mushi.
El día anterior Law había estado mucho tiempo hablando con Doflamingo, así que decidí ir a la sala de controles, y pulsé el botón que servía para que el submarino saliese al exterior. Menos mal que no se movía mucho.
Aproveché para ir a la cocina y coger bastante comida. Entonces, vi el libro sobre las flores que Law tenía en su habitación. Estaba en la mesa de la cocina. La cogí. No sabía por qué, pero lo hice.
El submarino terminó, ya estaba en el exterior. Law seguía hablando, ni siquiera se había dado cuenta. Estaba bastante cerca de la isla, así que tendría que volar al rededor de una hora. Así me daría el aire.
Me puse la mochila sobre la espada, la katana atada al cinturón, la brújula en la mano, y salí del submarino. Cerré la pequeña puerta, y creé una corriente. No se me daba muy bien usar la brújula, pero estaba segura de que iba por el buen camino.
Después de media hora volando, pude ver una isla a lo lejos, maldije en alto porque se me habían olvidado los catalejos en mi habitación.
Sentir el aire por todo mi cuerpo hacía que olvidase lo que había pasado hace nada. Aunque no del todo. Todavía me costaba creer que había sido mentida por una persona que realmente significaba mucho para mí.
Empecé a volar más y más rápido, tenía muchas ganas de aterrizar. Y así lo hice. Al sentir la suave hierba bajo mis pies una sensación de bienestar invadió mi cuerpo. Estaba de vuelta en casa. Pero todavía tenía que andar un poco para llegar a lo que antes había sido mi casa.
Antes de empezar a andar, pensé que sería muy buena idea escribir a alguien lo que me había pasado. Todavía faltaban dos años para poder ver a mis nakamas, así que sólo pensé en él: Ace.
Estaba segura de que si le escribía lo que me sucedió me ayudaría. Siempre había tratado de ayudarme, aunque fuese poco.
Saqué una pluma y empecé a escribir. ¿Cómo iba a empezar la carta? ''Querido Ace'' sonaba demasiado cursi... Decidí no saludar, no tenía tiempo para estar pensando en tal chorrada.
Estoy en serios problemas. Bueno, según por dónde lo veas, son serios problemas. He sido engañada por Law. En realidad él es uno de mis enemigos. No tengo ni idea de qué hacer. Estoy en la isla donde nací, la isla Orange. Por favor, intenta responder lo más rápido posible. Necesito tu ayuda.
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LOST [One Piece fanfic]
FanfictionJanna conoce a Ace desde que tenía 10 años, pero ahora que tiene 17 no le ha visto en mucho tiempo. Todavía se arrepiente porque no se había despedido de él correctamente, pero no puede ir a por él de un día para otro. Hasta que un día todo cambia...