LOST [One Piece fanfic]

Capítulo 32

- ¿Me responderás algún día? - pregunté.

Todavía no me había respondido la pregunta que le había hecho: si alguna vez había estado enamorado. No entendía por qué. ¿No confiaba en mi? Tal vez nunca lo había estado, no tenía ni idea. Pero quería saber por qué mi corazón se aceleraba cada vez que estaba con Law, y no podía dejar de pensar en él.

Ace no dijo nada. Llevaba así cinco minutos, cosa que se me hizo eterna. Estaba perdido en su mundo, y era una situación bastante incómoda, un silencio que no se rompía.

- ¿Qué querías hacer? - rompí el silencio, después de tanto aburrimiento - Cambiemos de tema.

- ¿Por qué me has preguntado eso? - estaba mirando a la arena, moviéndola con el pie.

- Es sólo... curiosidad. - me estaba poniendo cada vez más nerviosa.

- Dime la verdad. - se dio la vuelta para mirarme fíjamente, y se acercó hacia mi.

- Es la verdad. - intenté sonar lo más convencida posible.

- Estás mintiendo, se te nota en los ojos.

- ¿Cómo? - cerré los ojos.

No quería que descubriese la verdad. No quería que supiese que tenía algo con Law, o que pensaba eso. No estaba ni segura de qué tenía. Todo era demasiado complicado como para explicárselo, teniendo en cuenta de que también estuve así con él.

Nunca supe si de verdad estuve enamorada de Ace. Desde que salió al mar y yo me fui con Luffy, no había parado de pensar con él, y habían pasado bastantes cosas. No estaba segura de que si lo que había sentido era amor, y de si ese sentimiento todavía seguía en mi corazón.

- Te conozco muy bien, cuéntamelo todo. - dijo, cogiendome de la mano.

- Sólo quería saberlo, pero no hace falta que me lo digas...

Una vez más, el silencio invadió la playa. Sólo se podía oir el sonido de las olas, al chocar contra la orilla del mar, y algún que otro pájaro.

- Lo he estado, y creo que ahora también. - dijo de repente Ace, dejándome sin respiración.

- Y... ¿qué se siente? - no se ni cómo fui capaz de formular aquella pregunta.

- Eso lo descubrirás por ti misma. - susurró, y se levantó.

Me levanté más rápido que él, y le agarré la mano. Me miró sorprendido, entonces me di cuenta de que estaba jadeando, y no sabía el por qué.

- ¿Estás bien? - preguntó, y me agarró de la cintura.

El corazón, otra vez se había puesto a latir muy deprisa. Ahora estaba pasando eso con Ace. ¿Por qué la vida es tan rara? No podía entender nada. Notaba cómo mis mejillas se empezaron a calentar. Ace me miró horrorizado, y apoyó su mano sobre mi frente.

- Mierda, Janna, creo que tienes fiebre.

Retiré su mano de mi frente, y me acerqué hacia él. No sabía por qué estaba haciendo eso, mi cuerpo no reaccionaba.

- ¿Qué te pasa? - estaba muy confundido.

- No lo sé. No lo entiendo. - dije, cogí su mano y la puse sobre mi pecho, para que sintiese mi corazón. - ¿Por qué me pasa esto?

- Janna, estás muy enferma. Por dios, estás temblando.

Se quitó la pequeña cazadora que tenía y me tapó con ella. Ni siquiera me había dado cuenta de que no paraba de temblar. Ace estaba muy preocupado. Me cargó sobre su espalda, y empezó a correr.