Capítulo 39

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Mi cabeza no podía parar de reproducir las últimas palabras de Law. 'Te quiero'. ¿Me quería como amiga? O... ¿otra cosa? Me rasqué la cabeza muy fuerte, me iba a volver loca con tantas dudas. Y lo peor era que no podía preguntarselo. A parte de que sería muy vergonzoso, no podía llamarle. Suspiré y me limpié las lágrimas que no dejaban de salir.

- Para de llorar, por favor. - me dije a mi misma. - Por él.

No funcionaba. Cada vez que pasaba mi camiseta por mis ojos, salían aún más rápido. Era como una cascada, sin final alguno. Entonces pensé: el río termina en el mar. El mar es la esperanza. La esperanza no se pierde.

No tenía que perder la esperanza. Eso lo tenía claro. Tenía que estar segura de que volvería a ver a Law. Tenía que seguir adelante. 

11 meses después

Las fotos, la ropa, el mapa... Todo está dentro. Pero yo todavía no. No quiero irme, de verdad, estos 11 meses me han cambiado la vida de una manera u otra.

El viento hace que mi larga melena se mueva lentamente. Ha crecido mucho, y no he tenido ni siquiera tiempo para cortarlo. Pongo la mochila sobre mi espalda y ato la katana a mi cinturón. 

- ¿Segura de que no se te ha olvidado nada? - pregunta Shirohige, con esa típica sonrisa de lado a lado suya.

- Eso creo. Pero no me quiero ir. Muchas gracias por...

- No ha sido nada. - me corta - De hecho, has sido de gran ayuda. 

Me da dos palmaditas en la espalda, y le sonrío como agradecimiento. Nunca habría pensado que me llevaría bien con Shirohige, para mi era uno de los mejores piratas del mundo. Aunque eso sí, a veces puede llegar a ser muy molesto. Siempre me hacía sentirme incómoda preguntándome sobre qué estaba pasando entre Ace y yo.

Ace, no tengo ni idea de dónde se ha metido. Tengo prisa, y no quiero irme sin despedirme de él. Shirohige me mira, esperando a que me vaya.

- ¿A qué estás esperando? - pregunta, y señala el suelo de la isla Sabaody.

- Ace.

- Janna. - dice él, y sonríe la  maldita sonrisa que hace que me desmaye. - Casi se te olvida esto.

- Dámelo.

Es mi diario. He estado escribiéndolo todo desde que todo empezó a cambiar. Moriría si alguien leyese lo que está entre esas páginas. Lo he escrito todo: mis emociones, sentimientos, pensamientos... absolutamente todo. Corro hacia Ace y él alza el diario al aire, es más alto que yo, así que no llego. Bufo.

- Ace... ¡Dámelo!

Él empieza a moverse hacia el borde del barco, alzandolo aún más alto. Grito su nombre unas mil veces, pero en vano. Se ríe como un loco, disfrutando haciéndome sufrir. Shirohige sonríe y entra en su despacho, dejandonos solos en la cubierta.

- No quiero enfadarme contigo el último día. - me quejo.

- No es un adiós, sino un hasta luego. - dice, y me guiña.

- Devuélveme mi diario.

- Así que es un diario, ¿eh? 

Abre el diario a lo alto, como si estuviese mirando al cielo. Grito lo más fuerte que puedo, y noto cómo mis mejillas se calientan. Por favor, que no lea nada que no quiera que lea, por favor...

- Así que escribes sobre mí... - dice, y me lo devuelve.

- ¿Qué... qué has leído? - noto mi corazón palpitar en mis mejillas.

LOST [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora