LOST [One Piece fanfic]

Capítulo 48

El castillo frente a nosotros, y una ráfaga de viento que movia  mi cabello, haciéndome sentir como en casa. Pero estaba en un lugar que no tenia nada que ver. Un lugar que podía arrebatarme la vida para siempre.

Entrar significaba que no había salida, quedarse significaba que me rendía.

- ¿Estáis todos preparados?

- Yo... Me quedaré vigilando la puerta. - dijo Ussopp, lleno de miedo.

- O vamos juntos o no va nadie. - dije preparada para cualquier cosa.

Ussopp suspiró, y abrió la enorme puerta del castillo. Seguía vacía. Subimos las escaleras, que parecía que nunca iban a acabar. ¿Cuantas escaleras estaban ahi? ¿Más de mil? O eso me pareció a mi.

- Tenemos que subir hasta arriba, que es donde está el jardín de los girasoles. - dijo Law, al verme harta de tanto subir.

- ¿Eso está lejos?

- Alguien tiene sed de sangre. - Zoro rió.

- No puedo esperar más.

Fin de las escaleras, con mi corazón a punto de estallar. ¿Estaba Doflamingo detrás de esa puerta? Respiré hondo, y la abrí.

Un enorme jardín invadió nuestros ojos. Era tan precioso que en un momento pensé lo mal que quedaría después del combate. Los girasoles eran tan preciosos... Me hicieron recordar mi infancia.

- No esperaba que vinieseis todos juntos.

Doflamingo estaba en el borde del jardín, solo. ¿Por qué solo? Le miré atentamente, pero era prácticamente imposible saber si era el real o su doble.

- Yo tampoco estoy solo.

Entonces, un montón de personas salieron de entre los girasoles. Solo reconocí a dos, a Buffalo y a Baby 5. Había conocido a los dos y les derroté fácilmente solo gracias al anillo que seguía en mi dedo.

- Nos lo esperábamos. - dije, y Doflamingo rió - Vengo a dar fin a tu existencia.

- ¿Tan mal te he tratado para que quieras matarme? - al decir eso, todos sus compañeros rieron, aumentandome la rabia.

- Créeme, no te haces ni la menor idea de lo que nos has hecho.

- No tardaré en matarte a ti y a tus amigos.

- Sigue soñando Mingo, te vamos a patear el trasero. - dijo Luffy, con su típica sonrisa.

- ¿Creeis que sois los únicos que han sufrido? - preguntó Doflamingo, dirigiéndose a Law y a mi.

¿A qué venia eso? Lo había preguntado de repente, y me sorprendió. Y por lo visto, lo mismo le había pasado a Law. No esperábamos que saliese esa pregunta de la boca de Mingo.

- Os creéis que sois el centro de la tierra, los pobres enamorados que han sufrido más que nadie. - empezó a hablar con toda la ira del mundo, andando de un lado a otro - Sois sólo unos patéticos niños.

No me lo pensé dos veces, corrí hacia él, y cuando estaba a punto de darle una buena bofetada Law me agarro de los brazos.

- Law ¡sueltame!

- Sólo nos está provocando. Janna, en unos instantes estará muerto, así que controlate. - sacó su típica sonrisa malévola, y me tranquilice.

- Está bien. Vale.

- Ojalá os hubiese matado antes. - bramó Doflamingo, su mano estaba temblando.

- Hiciste bien, ahora te podremos matar. - dijo Law, y me cogió de la mano. - ¿Preparada?