Capítulo 45

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Cuando entré en la cárcel, el frío invadió todo mi cuerpo. Aquel cambio de temperatura no era ni medio normal. Cada vez que daba un paso el sonido de mis botas pisando el suelo resonaban en el largo pasillo.

Las celdas estaban a mi derecha, y no había casi nadie en ellas. No había ni rastro de Law por el momento, pero todavía me faltaba bastante que investigar.

- ¡Sácanos de aquí, asqueroso! - me gritó un hombre gigante, que estaba pegando a las barras de la celda. Estaba segurísima de que estaban hechas de kairouseki.

Ignoré a aquel hombre, no estaba segura si debería de sacarle luego, pero estaba segura de que me matarían si no me andaba con cuidado. Seguí andando por aquel largo pasillo que parecía que no acababa nunca. Pude ver niños de menos de cinco años, separadas de sus madres. La madre estaba chillando desde otra celda, y yo no podía aguantar más en aquel horrible lugar. Era demasiado cruel.

Alguien puso su mano sobre no hombro, y casi me morí del susto. Me di la vuelta, y me encontré con la cara de un guardia.

- Eh... - no tenia ni la menor idea de qué decir.

- ¿Vienes para relevar? - preguntó, y me miro de arriba a abajo.

- Sí.

- Ya era hora. - se quitó las llaves que tenia en el cinturón y me las dio. - Controla bien, dicen que vienen a rescatar al prisionero numero 113, pero es imposible que alguien venga aquí. - rió y salió por la puerta.

- Sí... Imposible. - Sonreí satisfecha.

Tenia que encontrar la celda numero 113, ya que estaba segura de que Law estaba allí. Pero, ¿quien más venia a rescatarle?

101, 102, 103... Había muchas celdas, casi todas vacías. Tenia todas las llaves, más de cien. ¿Como iba a saber cual era la de Law?

Aquel guardia me había ahorrado mucho tiempo, ahora tenia todas las llaves y eso significaba que podría liberar a todos los presos. Pero primero tenia que concentrarme en uno: el 113.

Paré en seco a estar frente a aquella celda. Número 113. Estaba más oscura que cualquier otra. Podía distinguirse algo, una persona, pero estaba todo negro. No podía ver su cara, era como una sombra en forma de humano.

El miedo invadió todo mi cuerpo. ¿Y si Law había cambiado? ¿Y si ya no era el mismo. Quería que siguiese igual, como siempre había estado. Serio, pero a la vez alegre, la mejor persona para crear planes.

- ¿L-Law? - pregunté, insegura.

- ¿Qué cojones pasa ahora?

Al menos su voz seguía igual. Noté cómo subía la temperatura de mi cuerpo, estaba muy nerviosa.

- Law, soy yo.

- Otro soldado idiota. - bufo, se le notaba cansado.

- Soy Janna. - dije al final.

Pude ver lo rápido que se levantó aquella sombra negra que al final quedó iluminada con la luz del pasillo.

Tenía barba, pero le quedaba muy bien. Demasiado bien. Me pregunté si dolería al besarle, pero en seguida borré de mi mente aquella idea. No estaba muy segura, pero parecia que se había hecho tatuajes. Y muchos. Le quedaban bien. ¿Por qué todo le quedaba tan bien? Aunque se pusiese un vestido de bailarina de ballet le quedaría bien. Sus músculos se le notaban aún más que antes. Su aspecto había cambiado, pero notablemente para bien.

Lo peor y lo que menos importaba era que sus ojeras eran aun mas grandes. Pero después de estar tanto tiempo encerrado en esa celda bajo la presión de Doflamingo, era totalmente normal.

LOST [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora