Capítulo 31

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- ¿Has dormido bien? - me preguntó mi madre, sentándose en una de las sillas del comedor con una taza de té.

- No sé si he dormido. - suspiré.

- ¿Se ha ido ya Law?

- ¿Sabías que se iba?

- Ahora que lo recuerdo, me dijo que te diese algo... Pero antes...

Abrió un armario, y de él sacó una caja cuadrada, de color azul. Tenía un enorme lazo blanco.

- Feliz cumpleaños, Janna. Ábrelo.

- ¿Una tarta?

Lo era. Era una preciosa tarta (y seguro que deliciosa) de nata con fresas en el centro. Mi estómago empezó a rugir al instante. Tenía muchas ganas de probarlo. Pero antes, le dí las gracias a mamá. Empezamos a comer las dos, y la tarta estaba demasiado rica.

- Antes de que se me olvide... - mamá sacó un pequeño papel del bolsillo - Law me dijo que te diese esto, es precioso.

Era una foto de los dos. Nunca antes había visto aquella foto, pero me acordaba de cómo la sacamos. Uno de los niños en la fábrica de Caesar había encontrado una cámara, y me la dejó. Le pedí por favor a Law que sacásemos una foto, para recordar aquel día. Yo tenía cinco años, y él siete. Los dos estábamos sonriendo, aunque la sonrisa de Law no era tan real. Siempre intentaba hacerle feliz en aquel sitio. Era una foto muy importante para mí.

- Vaya... - dije, mirándola.

- Es un regalo muy especial, no lo pierdas.

- No lo haré.

Estuve mirando a la foto durante mucho rato, reviviendo aquel momento en mi cabeza, ¿por qué no me había dado la foto antes? Me habría gustado poder darle las gracias, o que él me la diese. Me encantaría saber de dónde había sacado la foto, pero no podría hasta dentro de un año.

Salí fuera, para ir hacia la playa, para ver si algún barco estaba a lo lejos. Hacía mucho calor, menos mal que me había vestido el vestido que me regaló mi madre hace unos días.

Después de andar durante un buen rato, llegué a la playa, saqué los catalejos de mi mochila, y no vi ningún barco. Suspiré desesperada. ¿Cuándo iba a llegar Ace?

Al final, decidí ir hacia el puerto, aunque estuviese en la otra punta de la isla, quería ver a Ace. Entonces, de repente, volví a ver al extraño pelícano. ¿Era yo o me estaba siguiendo siempre? Empezó a hacer mucho ruido, demasiado, intenté hacerle callar, pero seguía.

- ¿Qué quieres ahora?

Me agarró con sus patas y empezó a volar, hasta que llegamos al centro del pueblo. Me puso sobre el suelo y le seguí. Cuando llegamos a la plaza, empezó a hacer aún más ruido. Estaba lleno de gente, y no conocía a casi nadie. Hasta que le vi. Estaba hablando con una mujer bastante joven, tendría mi edad. Me acerqué un poco, para oír su conversación.

- No me suena de nada, lo siento. - dijo la chica - ¿Vives aquí?

-He venido a ver a una amiga.

- ¿Podemos volver a vernos? - estaba coqueteando con él. Suspiré.

- Supongo que sí, ¿cómo te llamas?

- Dana. ¿Quieres que te ayude a buscar a tu amiga?

Me fijé que Ace tenía una foto mía en su mano. Seguro que había estado preguntando por mí a todo el mundo, pero nadie me conocía. Y la chica había aprovechado para ligar. No estaba celosa (o tal vez sí) pero estaba muy mosqueada. ¿Ace no notaba que la chica quería algo más que ayudar?

LOST [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora