Capítulo 24

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- ¡Mamá! ¡Papá! - grito con todas mis fuerzas.

- No te pueden oir, estúpida niña. - dice Caesar Clown, ya harto de mí.

- No les hagas daño.

- Ya que no colaboras, haremos que colabores tú.

En la pantalla salen dos soldados. Tiran a mi madre al suelo, y la veo llorar por primera vez. Es una sensación horrible. Grita mi nombre, mi padre se pone frente a ella, pero el soldado lo aparta a él también.

- Si quieres que pare, tienes que jurar que vas a colaborar. - dice Caesar, riendose al verme llorar.

- Lo juro. - digo sin pensármelo, mis padres no han hecho nada para sufrir así.

Pero no para, el soldado sigue y sigue, y yo no me puedo controlar.

- Tienes que hacerlo para que pare. - dice Caesar, señalando la botella.

Cuando el soldado le hace un corte en el brazo a mi padre, toda mi ira sale. No se ni cómo, pero hago que todos los objetos de la sala vuelen. Incluso Caesar, y aprovecho para aplastarlo contra la pared. Grito sin parar.

- ¡Para! - le dice al soldado Caesar.

El soldado se aleja, y puedo ver a mis padres.

- Janna, se valiente. - dice mi padre, y la pantalla se vuelve negra.

Pero no paro, hasta tal punto que creo un tornado en la sala, y otro, y abro la puerta, y los tornados recorren el pasillo, entran en la sala de juguetes, en miles de salas, y hacen que todo vuele por los aires. Hasta que me quedo sin energía. Como si hubiese estado todo el día corriendo, me costaba respirar, había pasado todo muy rápido. Era como si hubiese salido un monstruo de mi cuerpo, después de tanto sufrir, la furia había salido.

La cúpula ha quedado destrozada con la fuerza del tornado, y salgo con mucho cuidado, ya que el suelo está lleno de cristales y voy descalza.

Caesar se levanta, y me mira con un odio impresionante. Se acerca a mí, pero otro hombre entra en la sala.

-Señor, muchas salas han quedado destruidas. - dice, jadeando.

- ¡Inútiles! - grita Caesar, y me agarra muy fuerte del brazo - Más te vale no volver a hacer eso, estúpida niña.

Me lleva a la sala de los juguetes, pero esta también esta destrozada. Todos los juguetes están por los suelos, al parecer, mi poder es muy fuerte. Nunca lo habría pensado.

Caesar me encierra en la despensa. Está llena de comida, pero no pienso tocarla. Quién sabe qué hay en la comida de este sitio. Nada es seguro aquí.

Oigo los pasos de alguien, en la puerta hay un pequeño cristal, y me levanto para ver quién anda por aquí. En el cristal sale la cabeza de Law, y me da un susto brutal. Parece decir algo, pero no le puedo oír nada. Y él tampoco a mí. Suspiro. Sigue intentando hablar, pero no funciona. Parece muy furioso, y no entiendo por qué.

De repente, sale corriendo, y no puedo ver a dónde ni por qué. La puerta se abre y casi caigo al suelo.

Es otro hombre. Me lleva a dormir, no se ni cómo ha pasado el tiempo tan rápido. Ya es de noche, y ni me he enterado. Odio estar en un espacio tan cerrado como este, sin poder ver la luz del sol.

Entro en la habitación, y todos los demás niños ya se han dormido. Ando intentando hacer el menor ruido posible, no quiero despertar a nadie. Entro en la cama. Law no está en la suya. ¿Dónde se ha metido? Quiero salir a buscarlo, pero ya he hecho bastantes cosas como para que alguien me pille. Intento dormir, pero no puedo dejar de pensar en dónde puede estar. La última vez que lo vi estaba en el pasillo.

LOST [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora