Capítulo 24: Código de murciélago

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La universidad no era un sitio en el que uno acostumbrara a pasar sus días libres, es decir, apenas tenia unos pocos días libres antes de tener que regresar, no había trabajado en su proyecto, y de repente era arrojada a un misterio que apenas podía resolver.

Quería a su amiga, y por esa misma razón hacia lo que hacia, pero una parte de ella se pregunto si en realidad su motivación no era egoísta.

Es decir, Blake nunca le había entregado el video, nunca había sabido donde lo había guardado y se pregunto si con esa búsqueda llegaría por casualidad a el.

Era egoísta, lo sabia, pero no podía evitar pensarlo, aunque peor seria no admitirlo. En filosofía, había dado a Freud, un renombrado científico conocido por ser el padre del psicoanálisis. Y este había dicho, que cuando había un deseo que se contraponía con otro, podría haber serios problemas.

Y con serios problemas, se refería a jodidos-serios-problemas.

- ¿Vas a explicarme porque estamos yendo detrás del vecino de mi hermano? -pregunto Nathan

Ella se maldijo, no se le había ocurrido que tendría que explicarle (o inventarle) la razón por la que estaban haciendo eso.

La verdad era que no había querido ir sola, no porque le tuviera miedo a Aiden, sino porque tenia miedo de esas personas que según Red, estaban relacionadas con lo sucedido a Scarlet y a Blake .

-Es una larga y entretenida historia -dijo ella, mientras su mente pensaba rápidamente en una buena mentira para que Nathan no sospechara-. Quiero explicaciones sobre la bebida de la fiesta, ya sabes, esa que se suponía que no tenía alcohol, pero si tenía alcohol.

Era extraño, ya que el chico no parecía haberla reconocido en el bar aquella noche. Aunque claro, en la fiesta de los King, apenas parecía ella, y sea lo que sea que hubiera puesto en su bebida, sin duda había logrado que pensara en estrellas y unicornios.

-Voy a matarlo cuando lo vea -Nathan parecía de repente furioso-, no lo había visto desde la fiesta, casi me había olvidado de eso... maldita sea, ¿quién pone cosas en la bebida de una persona?

Su arranque le sorprendió, no estaba acostumbrada a nadie defendiéndole. Eso le recordó a cierto tiempo en el pasado en el que alguien había metido algo en su bebida en cierta fiesta, y las cosas habían terminado muy mal para ella.

Cuando llegaron a las inmediaciones de la universidad, América pudo verlo desde lejos, parecía absorto en lo que sea que viera en su celular, pues no se percato de la llegada de ellos hasta que Nathan casi se le lanzo encima.

- ¡Tu imbécil! -América se coloco enfrente de Nathan, bloqueando su paso, cuando Aiden alzo la cabeza.

El chico fruncía el ceño ante el arranque de Nathan, y una sonrisa apareció en su rostro al ver a América.

-La chica del cabello de fuego -ella frunció el ceño-, no me dijiste que tenias novio, y uno celoso.

-El no es mi novio

-Ella no es mi novia -dijeron ambos a la vez, intercambiando una mirada-, lo que si soy, es un amigo muy dispuesto a sacarle los dientes a un imbécil.

Aiden no parecía asustado en lo absoluto, es más, parecía divertido. América se planteo seriamente el no soltar a Nathan y ver cuantos golpes podía asestarle, sin embargo, prefirió ahorrarse esa parte.

-Mejor déjame hablar a mi ¿bien? -Fingió una sonrisa, volteándose hacia Nathan-, quédate aquí.

Nathan parecía dispuesto a decirle que no, sus dientes estaban apretados y su mandíbula sobresalía tercamente.

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