Capítulo 40: De cara al diablo

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 —Sabes que no tenes que hacer esto si no quieres, ¿verdad? — Scarlet la miró seriamente desde su posición a unos pasos de ella.


Red miró alrededor, se encontraban en la entrada del tribunal, a su alrededor, gente se movía hacia distintas zonas apresuradamente. Todos vestían trajes, e iban formales, intento no mirar su ropa, odiaba ese vestido en particular, su madre se lo había comprado un tiempo atrás para una cena a la que fue obligada.

El vestido era negro, aburrido, deprimente, más o menos como se sentía ella en esos momentos.

América se encontraba a su lado, ella también tenía que testificar, debido a que había visto a Chloe, y había sido una de sus víctimas, su amiga había estado más que dispuesta a hacerlo, ella era la de la vena vengativa.

Nunca la había visto desprovista de color hasta ese día, también llevaba un vestido, pero gris, y su cabello estaba pulcramente arreglado en un moño, sin ningún cabello fuera de lugar.

—Lo haremos —América habló—, ella merece pagar por lo que él hizo... por lo que nos hizo.

Red mira a su amiga, comprendiendo que existían momentos en los que una chica debía de entender que era tiempo de actuar como una adulta. Y ese era uno de esos momentos.

Aun así no podía evitar sentir los nervios a flor de piel, su boca estaba reseca, y movía sus dedos frenéticamente. Nadie parecía darse cuenta de ese hecho sin embargo, todos estaban demasiado concentrados en lo que se vendría.

Hacía menos de una semana que había salido del hospital, todavía no había vuelto a clase, aunque su objetivo era hacerlo. América le había contado todo lo sucedido, a diferencia de Red, ella había estado bastante dispuesta a asistir a las clases, diciendo que no podía quedarse atrasada.

Red se había encerrado en su cuarto desde entonces, su padre intentó hablar con ella varias veces, más no se encontraba lista para lo que quería decirle.

Ni siquiera Scarlet era capaz de sacarla del estupor que era ahora su vida, lo había intentado, eso es cierto. Había ido cada día a su habitación y le había hablado de libros, de series, incluso de películas. Aunque no había mencionado nada de su trabajo, y ambas sabían que esa charla aun estaba pendiente.

Por supuesto que cuando sus padres se enteraron de ello los gritos se escucharon incluso desde su habitación, la perfecta Scarlet no era tan perfecta al final y eso es algo que no podían soportar.

—Hey, ¿Estás bien? —su amiga le dio una mirada de comprensión, aunque Red no quería que nadie la mirase de esa manera. Estaba harta de esas miradas, estaba harta de que todos le preguntaran si estaba bien, cuando claramente no lo estaba.

Solo quería volver a su cuarto, envolverse en una manta y ver una estúpida película donde los buenos ganaban, y donde el amor triunfaba, aunque sabía que fuera una tonta mentira. Porque el amor al final no triunfaba, estaba lleno de mentiras, y era doloroso y si hubiera sabido que se sentía de esa manera, hubiera deseado nunca haberse enamorado.

En el pasado había creído que lo que le sucedió a Blake, y despertar en ese hospital, fue lo más doloroso que podría ocurrirle en la vida. Había creído, erróneamente, que era fuerte ahora, que había sido destruida y que se había rearmado.

Era pura mierda.

Descubrir que el chico que quería era una mentira fue más doloroso, más destructivo de lo que pudo imaginar. Y ni siquiera sabía si podría volver a armarse. Y una parte de ella ni siquiera lo quería.

Porque pese a lo que te cuentan las películas acerca del amor, es todo lo contrario. No hay final feliz en esas historias, no hay un "vivieron felices para siempre", al final, solo queda el dolor.

Red de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora