Capítulo 29: Las tres hermanas

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La excitación burbujeaba sin cesar en sus venas, Red se miró por decima vez frente al espejo, y respiro profundo.

Nunca había estado tan nerviosa antes, su estomago era un revoltijo de sensaciones.

La primera de ellas, era el saber que hoy sería el último día que vería a Blue por una temporada, la segunda, era el saber que él estaría allí pronto.

—Pensé que cenaríamos aquí —América apareció, luciendo unos jeans ajustados y una camiseta negra con la frase "You know nothing Jon Snow ".

Red puso los ojos en blanco ante la referencia a Games of Thrones, serie con la que ahora América parecía estar obsesionada.

"Blue dijo que había una feria" le dijo Red "aparentemente llegan una vez cada tanto y luego simplemente desaparecen".

—Al mejor estilo de Freak Show —América parecía contenta de repente—, y bueno, último día ¿eh?

Red asintió, mientras su amiga colocaba un brazo alrededor de sus hombros y se miraban ambas al espejo.

—¿Te imaginaste que sería así? —Preguntó América— Ya sabes, nuestro último año, a nada de comenzar la universidad. Tú con un nuevo novio, yo enamorada de una nueva serie. La vida sabe de repente a esperanza.

Red rió

—¡Hey! No arruines el monologo —América rió también, acompañándola—, pero hablando en serio. Me gusta lo feliz que te hace. Ya sabes, hay personas que cuando las veces juntas por primera vez, una parte de ti sabe que deben estarlo. Porque hay cierta armonía entre ambos, Blue y tú son un ejemplo de ello.

Su amiga la abrazo por un momento, hasta que la puerta se abrió, y Nathan apareció.

—Odio interrumpir los momentos de chicas —dijo él, fingiendo frustración— Blue ya está aquí... por cierto, lindos tacones.

Red y América miraron a los pies de esta última, quien lucía unos tacones negros con aguja, Red no tuvo que mirar dos veces para darse cuenta de que son nuevos. Conocía todo el armario de América, y ella conocía todo el suyo.

—Ya sabes lo que dicen —América sonrió de costado— dale a una chica tacones nuevos, y dominara al mundo.

Nathan negó, riendo, mientras abría la puerta para que ambas pasaran.

Red llegó a la sala, y lo vio, en medio de ella Blue se encontraba con  ciertos aires despreocupación.

Llevaba vaqueros y una camiseta con una camisa a cuadros encima.Estaba hermoso, pero él no parecía saberlo. Quizás porque los chicos no suelen saber que son hermosos, es decir, nunca había oído a nadie llamar a otro chico hermoso.

Acercándose a él, casi como si un hilo invisible la moviese, Red se detuvo a unos pasos de este, quien sonrió antes de atraerla el resto del trayecto.

Colocando sus manos alrededor de la cadera, Blue le sonrió.

—Al fin —sonrió, antes de besarla— estuve esperando todo el día esto.

Red se dejo arrastrar por las sensaciones que sacudían su cuerpo en ese instante.

Era feliz.

Era algo extraño de decir, nunca antes había pensado en lo que era ser feliz. La mayoría de las personas no lo hacen.

¿Qué era ser feliz? No lo sabía, pero fuera lo que fuera, consistiera en lo que consistiera, tendría que ser algo igual a ello.Porque si la felicidad existía, ella la estaba viviendo.

Red de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora